SANTIAGO.- La inflación es el mayor riesgo que enfrenta la economía chilena, afirmó este miércoles el presidente del Banco Central, José de Gregorio, quien advirtió que si bien ésta se puede bajar de forma rápida, dicha acción tendría costos importantes para la economía nacional.
Lo anterior, por el alza que han registrado los precios internacionales de los alimentos y del petróleo, a raíz del dinamismo de los países emergentes.
Al participar en un encuentro organizado por la Asociación de Industriales Metalúrgicos y Metalmecánicos (Asimet), De Gregorio estimó que la inflación efectiva (que a marzo se ubica en 3,4% en 12 meses) superará el 4% por un par de trimestres, hasta cerrar el 2011 en un 4,3%, y que después se devolverá al centro del rango meta establecido (3%).
"Queremos que la inflación esté en 3% en un horizonte de 2 años. En algún momento se puede desviar. Podemos traerla en forma rápida, pero eso tiene costos. Por eso vamos a hacerlo de manera gradual", dijo.
Algunos economistas han advertido que un proceso de alzas sostenidas de la tasas de interés de referencia podría afectar el crecimiento que está mostrando el país, existiendo también algunos "nubarrones" en el exterior que apuntan en el mismo sentido, tales como la lenta recuperación de EE.UU., los problemas de la deuda en Europa, los precios de los combustibles que aún se mantiene altos y el reciente terremoto en Japón.
El escenario base del instituto emisor contempla que la tasa de interés de política monetaria (TPM) seguirá una trayectoria de aumento comparable con la que se deduce de las diversas encuestas de expectativas, lo que implicaría llegar a un nivel de 6% a fin de año.
"La inflación subyacente va a mantenerse cerca de 3%, y la efectiva va a superar el 4% por un par de trimestres, pero se va a devolver al 3%. Para que la inflación esté en 3% en dos años, vamos a usar una política monetaria más o menos restrictiva, dependiendo de las circunstancias", explicó.
Indicó que el efecto inflacionario del programa de compra de divisas por US$ 12.000 millones es transitorio, y que debiera tender a desaparecer en un horizonte de dos años.
"Dijimos que con esta acumulación de reservas aliviaríamos las tensiones cambiarias, no que las resolveríamos. Las grandes tendencias que han determinado la apreciación de las monedas de la mayor parte de las economías emergentes, siguen presentes. Las tensiones cambiarias van a persistir porque las economías desarrolladas van a demorar en recuperarse, mientras que las emergentes van a ir más rápido", expresó De Gregorio.
El presidente del Banco Central destacó que, transcurridos 4 meses desde el anuncio, el instituto emisor ha comprado aproximadamente US$ 3.500 millones. "Hay estimaciones que dicen que sin la intervención estaríamos entre 3-5% más apreciados, es decir, unos $ 15-20", comentó.
Así, resaltó que el dólar se encuentra en su nivel mínimo de los últimos 40 años, porque "la economía de Estados Unidos está en su nivel más débil de los últimos 50 años".
"En algún momento el dólar se va a fortalecer... Eso va a ocurrir en la medida que la economía de Estados Unidos se fortaleza, lo que no va a ocurrir mañana, sino que va a demorar porque la economía va lento", apuntó.
Consultado por si en Chile se podrían aplicar medidas adicionales (como en Brasil) para controlar el tipo de cambio, De Gregorio subrayó que "la realidad chilena es distinta a la de Brasil. Nosotros no descartamos ningún tipo de política... Vamos a usar la que nos parezca más adecuada para las situaciones que estemos enfrentando".
El presidente del BC manifestó que el país se expandirá entre 5,5-6,5% en 2011, "por el crecimiento vigoroso de la demanda", y que la cuenta corriente de la balanza de pagos cerrará con un superávit de 1,2% del PIB ya que "Chile no está importando capitales".
"El mercado laboral está bastante dinámico. La creación de empleo ha estado muy acelerada, y el índice de remuneraciones indica un aumento, todo lo cual refleja que hay estrechez", concluyó.