LISBOA.- El rescate financiero de Portugal que prepara un equipo de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) entró esta semana en su fase final mientras la presión sobre la deuda lusa sigue dificultando la recuperación del país.
Los intereses de los bonos lusos en el mercado secundario se mantienen por encima del 11,8 % a dos y cinco años y del 9,7 % a diez años, el plazo que sirve de referencia.
Después de tres semanas de conversaciones y análisis de las finanzas portuguesas en Lisboa, los miembros de la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI afinan la redacción del informe con sus recomendaciones sobre Portugal, que será debatido por el Ecofin el próximo 16 de mayo.
Fuentes de la misión, conocida en el país luso como "troika", explicaron que el documento debe estar acabado antes del miércoles y que el siguiente paso será enviarlo al Gobierno portugués, en funciones desde la dimisión del primer ministro, el socialista José Sócrates, el pasado 23 de marzo.
La prensa local especulaba hoy con la posibilidad de que el Ejecutivo revele públicamente el plan de Bruselas y el FMI, aunque no está obligado a hacerlo.
Los representantes de la troika no han concedido entrevistas ni realizado ningún tipo de comparecencia pública desde el inicio de su trabajo en Lisboa, aunque las primeras estimaciones preveían que el rescate financiero de Portugal supondrá cerca de 80.000 millones de euros en préstamos para los próximos tres años.
Las fuentes apuntaron que el texto final dejará "margen de maniobra" al Gobierno que salga de las elecciones anticipadas del próximo 5 de junio para que pueda decidir cómo aborda sus objetivos económicos -entre ellos la reducción del déficit público- marcados por Bruselas y el FMI a cambio de su ayuda.