Expertos atribuyen el alza de precios de la vivienda en China a la especulación inmobiliaria.
EFEBEIJING.- Más de un 60% de los chinos no pueden permitirse comprar una vivienda debido al nivel de precios de la propiedad, similares al de las principales capitales occidentales, mientras los ingresos medios siguen siendo bajos.
La segunda potencia económica esconde desigualdades cada vez más pronunciadas en el reparto de la riqueza y, por tanto, en la posibilidad de adquirir una vivienda, una situación ejemplificada en una popular canción de Huang Zheng que se ha convertido en un himno para quienes aspiran a ser propietarios.
En el vídeo de la canción, titulada "Vende", una oferta de apartamento por 29.800 yuanes el metro cuadrado (4.500 dólares) pasa por las manos de un taxista, que calcula que tardaría 135 años en pagarlo; de un oficinista, que necesitaría 87 años para adquirir esa vivienda; y de una empleada de la limpieza, que llora al calcular sus 255 años de pago.
Es así como expertos de la Academia China de Ciencias Sociales, adscrita al Ejecutivo, reconocieron hoy al diario oficial "China Daily" que el precio de la propiedad es tan caro que más de un 60 por ciento de la población china no puede adquirir una vivienda.
Li Enping, profesor de esta institución, señala que la situación es aún peor para los cerca de 150 millones de emigrantes procedentes de zonas rurales y que residen en las ciudades, donde no pueden hacerse con un apartamento, por lo que se ven obligados a regresar a sus lugares de origen y construirlo allí.
El experto atribuye el alza de precios de la vivienda en China a la especulación inmobiliaria, ya que "cerca de un 30 por ciento de la población urbana es propietaria de más de un 50 por ciento de la vivienda comercial en China", lo que indica que poseen más de una casa.
Aunque el ejecutivo chino anunció en años anteriores la construcción de vivienda asequible para paliar este problema, no ha sido hasta la presentación del actual plan quinquenal (2011-2015) cuando se ha especificado la cuantía: unos 10 millones de unidades subsidiadas por el gobierno y otros 36 millones adicionales financiados a través de otros canales.
Las viviendas financiadas por el Estado significarán un desembolso de 197.000 millones de dólares, de los que 77.000 millones provendrán de las arcas de los gobiernos central y provinciales y el resto de instituciones sociales e individuos, según el Ministerio de la Vivienda.
Sin embargo, el ejecutivo afronta grandes dificultades para conseguir fondos para el plan de construcción a gran escala, asegura el rotativo, mientras que los analistas del sector inmobiliario creen que ningún promotor está interesado en la construcción de vivienda económica.