MÉXICO.- El millonario Jorge Hank Rhon, detenido en Tijuana por acopio de armas y liberado tras una enredada actuación de la justicia, integra un poderoso círculo político del PRI, partido que gobernó México durante 71 años, y su vida está plagada de excentricidades y excesos.
De 55 años y padre de 19 hijos de sus numerosos matrimonios, Hank Rhon es un exitoso empresario que labró su fortuna en los juegos de azar, al mismo tiempo que un activo político del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Su mansión en Tijuana, ciudad situada en la frontera oeste con Estados Unidos, cuenta con un zoológico, un hipódromo y la sede de su cadena de casinos.
En el PRI, integra el grupo Atlacomulco, afianzado en el estado de México (centro), que busca recuperar en 2012 la presidencia de la mano de Enrique Peña Nieto, actual gobernador de ese estado y favorito en las encuestas.
"Es el segundo integrante más poderoso de una dinastía familiar que dio solidez al grupo político más longevo e influyente dentro del PRI", señaló Francisco Cruz, autor del libro "Negocios de Familia", que desmenuza la historia del grupo de Atlacomulco.
En tres décadas, Hank Rhon logró levantar un imperio con casinos, hipódromos y galgódromos, con presencia en todo el territorio mexicano, cuya principal cadena denominó "Caliente".
El empresario y político fue detenido por militares la madrugada del 4 de junio en su mansión de Tijuana acusado de tener 88 armas, varias de ellas sin permiso, y más de la mitad de uso exclusivo del ejército, en un operativo que el PRI calificó de "terrorismo político" de cara a las presidenciales.
Pero este martes quedó en libertad, después que una juez del estado de Baja California, su feudo político, desechó los argumentos planteados por los fiscales para mantenerlo detenido.
La Fiscalía General de México anunció que pidió a Estados Unidos entregar reportes de sus diferentes agencias que puedan vincular al exalcalde de Tijuana con delitos.
La prensa publicó hace unos meses un cable de WikiLeaks, según el cual en 2009 el cónsul estadounidense en Tijuana, Ronald Kramer, dio cuenta de la "extendida creencia de que Hank fue un alcalde corrupto y que aún está involucrado con el narcotráfico".
Pero el abogado de Hank, Fernando Benítez, dice que su cliente está tranquilo y dispuesto a demostrar su inocencia.
Hank también ha sido señalado por la relación de uno de sus escoltas con el asesinato de dos periodistas del semanario Zeta, que ganó reputación por denuncias sobre el cartel de Tijuana.
Ante la prensa, Hank solía jactarse de su bebida favorita: un fino tequila preparado con víbora de cascabel, una cobra, un pene de león, otro de toro y a veces cabellos finos de oso gris.
Su afición por las excentricidades le valió una detención en 1995 en un aeropuerto mexicano cuando se le halló en su equipaje un carga que incluía pieles exóticas de animales, colmillos de marfil, abrigos de ocelote, un águila cubierta de oro y una antigua silla de montar china.