WASHINGTON.- La Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos rechazó este lunes una demanda colectiva de más de un millón y medio de empleadas y ex empleadas de Wal-Mart, que acusan al gigante de la distribución de discriminación salarial contra las mujeres.
En una de las decisiones más esperadas del año, la mayor instancia judicial del país estimó que cada una de estas mujeres no podía pretender haber sufrido la misma discriminación que las otras.
La cuestión era extremedamente sensible, dado que si la Corte aceptaba la petición de las demandantes, la mayor demanda colectiva de la historia habría podido seguir su curso con la posibilidad de una recompensa astronómica.
Al rechazar la querella colectiva, los nueve jueces del alto tribunal limitan el recurso de que disponen las mujeres, que reclaman haber recibido salarios mucho menores y haberse benficiado de menos promociones que sus colegas masculinos.
"Su idea de base es que hay en Wal-Mart una ’cultura corporativa’ fuerte y uniforme y que una de sus características es la discriminación contra las mujeres, que permearía, tal vez subconscientemente, las decisiones de cada uno de los miles de gerentes de la empresa, que además se manejan a discreción, haciendo de cada mujer de la compañía una víctima de una práctica discriminatoria común", dijeron los magistrados en el fallo.
No obstante, indicaron que la única evidencia convincente que las demandantes pudieron presentar es que la política de Wal-Mart es otorgar discrecionalidad a los supervisores sobre los asuntos de empleo.
"Esto es, por supuesto, exactamente lo contrario de una práctica de empleo que otorgaría la uniformidad necesaria para una demanda colectiva; es una política que va en contra de las prácticas uniformes de empleo. También es una forma muy común y presumiblemente razonable de hacer negocios", agregó el fallo.
"Sin nada que sostenga las razones alegadas, es imposible decir que el análisis de los reclamos de quienes formularon la demanda colectiva produzcan una respuesta común a la cuestión crucial de porqué fueron desfavorecidas", indicó.
Wal-Mart -el mayor empleador privado de Estados Unidos, país donde cuenta con 3.400 sucursales por las que pasan decenas de millones de clientes todas las semanas- impugnaba la posibilidad de que todas las mujeres que hayan sido sus empleadas desde 1998 pudieran demandar a la empresa bajo los mismos cargos.