SANTIAGO.- Llegó hace unos años a Chile y hoy las grandes compañías ya han optado por someter sus marcas al tratamiento de herramientas del design thinking a la hora de rentabilizar sus estrategias de posicionamiento.
La implementación de este concepto desde las empresas pasa por una gestión estratégica de los puntos de contacto y espacios de interacción con los productos y servicios ofrecidos, tales como oficinas y puntos de venta. Todo, con el propósito de generar experiencias de consumo atractivas para los consumidores, que trasciendan la simple funcionalidad del producto.
Un reciente estudio desarrollado por Izo System mostró que las personas que manifiestan satisfacción en una experiencia con un producto o servicio, más de la mitad se declara dispuesta a pagar más cuando sus expectativas se ven superadas, mientras que un 81% afirma que recomendaría dicha marca.
"Cuando hablamos de diseñar una experiencia de marca, no estamos hablando de sofisticar la relación entre un usuario y un producto, sino más bien de simplificarla y alinearla con su propuesta de valor y, por supuesto, con el modelo de negocio que hay detrás", sostuvo Gonzalo Castillo, socio director de Procorp, empresa consultora experta en gestión estratégica de marcas y diseño de experiencias.
Las marcas de empresas como Clínica Alemana, Valle Nevado, Viña Concha y Toro y Entel, entre muchas otras, han sido abordadas bajo este enfoque, que pone en el centro de su reflexión las percepciones y emociones de los consumidores o usuarios. Según Castillo, "está demostrado que cuando una persona se enfrenta a una marca, su respuesta es ante todo emocional".
Como parte de un programa de renovación y ampliación de las instalaciones de Clínica Alemana, Procorp desarrolló un completo sistema de señalización para sus diversos recintos, considerando todos los requerimientos de información y orientación para una circulación fluida y un acceso eficaz de los usuarios a los diversos sectores de la clínica.
"El diseño se ha consolidado en la industria como un factor de agregación de valor a los productos, mediante estrategias que ubican a la experiencia del usuario o consumidor de una marca como elemento decisivo en la construcción de la identidad y reputación de una empresa", concluye Castillo.