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Santiago: Viernes 31 de enero del 2025 | Actualizado 01:08
BERLÍN.- La Cámara Baja alemana aprobaría durante la jornada de mañana un paquete de medidas que propiciarán la transformación del modelo energético nacional, con el controvertido "apagón" nuclear para 2022 como proyecto estrella.
Salvo sorpresas de última hora, las cuatro mayores formaciones del arco parlamentario -los cristianodemócratas (CDU) de la canciller Angela Merkel, los liberales del FDP, los socialdemócratas (SPD) y Los Verdes- votarán a favor de las propuestas fundamentales del denominado "cambio energético", como ya han anunciado.
La más controvertida de estas medidas es desconectar para 2022 los 17 reactores nucleares de Alemania, una medida que decidió de urgencia Merkel tras la catástrofe de Fukushima (Japón) y que supuso un cambio radical frente a su anterior política energética.
Los Verdes, pioneros en la lucha antinuclear en Alemania, fueron los últimos en decidir su apoyo a la medida, en un tenso congreso extraordinario celebrado el pasado sábado en Berlín.
Tras cinco horas de intervenciones, la tesis de la dirección, que abogaba por la coherencia con los principios, la responsabilidad política y el pragmatismo, consiguió imponerse a la de los sectores que tachaban la decisión de la canciller de oportunista, insuficiente, tardía y tibia.
La formación ecopacifista, en máximos históricos de intención de voto, pretende realizar varias modificaciones en el proyecto de ley y ha presentado varias decenas de enmiendas.
Entre las medidas que se aprobarían mañana se encuentra el cierre definitivo de los ocho reactores atómicos -los siete más antiguos y uno con problemas- que fueron suspendidos de manera temporal tras la catástrofe de Fukushima, así como el calendario de cierre de los restantes.
La nueva legislación a trámite parlamentario incluye asimismo un variado conjunto de propuestas y planes que abarcan desde la regulación del aislamiento en los edificios para mejorar la eficiencia energética hasta el programa de fomento de las energías renovables, pasando por la reforma de la red eléctrica nacional.
Tras su paso por la Cámara Baja, el paquete de medidas que propiciará el "cambio energético" pasará a la Cámara Alta, donde no debería tener dificultades para ser ratificado, pese a que el voto se estructura por regiones y no por partidos.
