PEKIN.- El superávit comercial de China aumentó en junio un récord de 22.270 millones de dólares (15.600 millones de euros), frente a los 13.050 millones de dólares registrados en mayo, informó hoy la Administración General de Aduanas de China.
La diferencia entre exportaciones e importaciones en la segunda potencia económica se acentuó en junio después de que las primeras avanzaran un 17,9 por ciento hasta alcanzar otro récord mensual, con 161.980 millones de dólares, lo que supuso, 1,5 puntos porcentuales por debajo del 19,4 por ciento registrado en mayo.
Las importaciones sumaron 139.710 millones de dólares, lo que supuso un incremento del 19,3 por ciento, también inferior al 28,4 por ciento registrado en mayo, según los datos de la administración publicados en su página web.
En su conjunto, el comercio exterior de China alcanzó en junio los 301.690 millones de dólares, con un incremento del 18,5 por ciento interanual.
Sin embargo, a pesar del dato de junio, el superávit comercial del primer semestre del año se redujo en un 18,2 por ciento, comparado con el mismo periodo de 2010, hasta los 44.930 millones de dólares.
Durante ese periodo, el volumen total de comercio exterior chino alcanzó los 1,7 billones de dólares, con un incremento del 25,8 por ciento interanual, en el que las exportaciones crecieron un 24 por ciento hasta los 874.300 millones de dólares, y las importaciones un 27,6 por ciento hasta los 829.370 millones de dólares.
La prensa oficial china se apresuró hoy a destacar la reducción del superávit y el aumento de las importaciones en el dato semestral, dos asuntos conflictivos con Estados Unidos y la Unión Europea, que acusan a Pekín de mantener artificialmente baja su moneda, el yuan, para favorecer sus exportaciones.
Tanto Washington como Bruselas piden a Pekín que revalúe el yuan para frenar unas exportaciones baratas que, según las dos potencias, han afectado sus mercados laborales y aumentado el desempleo.
No obstante, los economistas indican que no está siendo esta presión la que frena las exportaciones chinas, sino la crisis inflacionaria que padece el gigante asiático y que se refleja en un aumento de los costes de producción.
Debido a esta situación, la moneda china ha aumentado su valor nominal en más del 20 por ciento desde que en 2005 se desvinculó del dólar estadounidense, hasta los 6,645 unidades por billete verde de hoy, pero se calcula que el valor real, incluyendo la inflación, se ha disparado en un 50 por ciento.
Por lo tanto, las exportaciones chinas se están viendo afectadas por un encarecimiento de sus costes domésticos, reflejados en el récord del 6,4 por ciento del IPC de junio, después de que la crisis financiera global iniciada en 2008 supusiera una contracción de sus ventas al exterior.
Además, la incertidumbre sobre la recuperación económica mundial, la crisis de deuda europea, las revoluciones de la "Primavera Árabe" o el terremoto de Japón, uno de los principales socios comerciales chinos, han afectado de forma negativa las exportaciones chinas.
A la luz del dato de la inflación de junio publicado el sábado, los analistas esperan nuevas medidas de Pekín para controlar los precios y la liquidez, después de restringir los créditos con diversos aumentos del coeficiente de caja o las cinco subidas desde octubre de los tipos de cambio.
Medidas similares pueden provocar un frenazo en la segunda potencia económica que afecte al resto de países que se han apuntalado en la robustez de China para avanzar en su restablecimiento tras la crisis.