WASHINGTON.- El campo republicano decidió desafiar al Presidente Barack Obama este martes en la batalla sobre el límite de la deuda estadounidense, con la aprobación en la Cámara de Representantes de un plan radical para reducir gastos y enmendar la Constitución.
Pero el plan, aprobado con 234 votos a favor y 190 en contra, se asemeja más a una maniobra política que a una solución real que resolvería el conflicto sobre el límite de la deuda federal, que llegó a la cifra máxima de 14,3 billones de dólares. En efecto, este texto, decididamente conservador, no tiene oportunidad alguna de ser adoptado en el Senado en donde los demócratas detentan la mayoría.
A través de ese texto, los legisladores conservadores esperan poder afirmar ante sus electores que intentaron reducir de forma espectacular los gastos del Estado federal, una de sus grandes promesas de campaña durante las últimas elecciones de noviembre 2010. El proyecto prevé también "limitar" los gastos federales a alrededor 18% del producto interno bruto y votar una enmienda constitucional exigiendo que el presupuesto federal se mantenga en "equilibrio".
Los republicanos condicionan el aumento del techo de la deuda a la adopción de esas medidas. Pero el fracaso programado de ese plan no hará más que subrayar el abismo que existe entre los demócratas, que reclaman una política de reducción del déficit basada en más ingresos fiscales, y los republicanos, que solo quieren escuchar hablar de drásticas reducciones presupuestarias.
EL "GRUPO DE LOS SEIS"
Por otro lado, este martes, un grupo de seis senadores estadounidenses, demócratas y republicanos, conocidos como "el grupo de los seis", presentó a puertas cerradas una nueva propuesta para aumentar el límite legal de la deuda federal, fijado en 14,9 billones de dólares y ya alcanzado a mediados de mayo. Según una fuente cercana, el plan prevé una reducción del gasto público de entre 3,6 y 3,7 billones de dólares en 10 años y propone modificaciones a los grandes programas sociales.
La iniciativa incluiría también un incremento de los ingresos del Estado federal sin aumentar los impuestos -medida a la que los republicanos se oponen radicalmente- sino reformando el sistema fiscal. Obama afirmó este martes que "esta iniciativa es globalmente conforme a la propuesta que he defendido (...) pienso que es una etapa muy importante".