ANTOFAGASTA.- La mina Escondida entró el viernes en su octavo día de huelga que a la fecha habría costado más de US$200 millones, mientras espera un pronunciamiento oficial del Gobierno sobre la legalidad de la protesta.
Las posibilidades de una salida al conflicto entre Escondida, controlada por BHP Billiton, y los 2.375 trabajadores que integran el sindicato, permanecen nulas, lo que obligó a la empresa a informar a sus clientes que no podrá cumplir con sus envíos de concentrado.
En medio del estancamiento, la estatal Dirección Regional del Trabajo de Antofagasta emitirá en breve un dictamen que aclararía si el paro se ajusta o no a la ley.
Esto daría respaldo a la empresa para emprender acciones contra los manifestantes y buscar personal de reemplazo, así como para buscar apoyo de autoridades para reactivar sus faenas.
"Si este paro es ilegal, Minera Escondida tiene toda la facultad para poder despedir a sus trabajadores", dijo el secretario regional ministerial de Trabajo, Pablo García, a medios de Antofagasta.
La compañía habría sido la que pidió la aclaratoria.
La mina, ubicada en el norte del país y que aporta el 7% de la oferta mundial de cobre, ya habría dejado de extraer unas 24.000 toneladas del metal, lo que representa unos US$240 millones, según estimaciones.
La huelga también pone en jaque la meta de producción anual de cobre del país, que se ha visto este año golpeado por accidentes, otras paralizaciones y problemas con el clima.
Escondida advierte que la protesta es ilegal, al no ser parte de un proceso de negociación contractual, mientras los trabajadores aseguran que la empresa se comprometió a discutir algunos temas pendientes cuando firmó el contrato colectivo.
El sindicato pide un bono de unos US$11 mil, mientras la empresa ofrece unos US$6 mil
La huelga hace prever problemas de suministro de cobre y da soporte al precio global del metal rojo, que más temprano el viernes alcanzó su mayor nivel en tres meses de US$9.895 por tonelada.