SANTIAGO.- La paralización de la minera Escondida, controlada por la anglo australiana BHP Billiton, ha dejado de producir en Chile unas 30.000 toneladas de cobre, con pérdidas cercanas a los US$300 millones.
Según el vocero del sindicato, Marcelo Tapia, la movilización que se extiende por diez días, seguirá hasta que la compañía "venga a tocarnos la puerta" con nuevas ofertas.
Tapia recordó que otras dos minas de BHP Billiton paralizaron en Australia y una tercera en Sudáfrica y anticipó que "podría haber otras novedades el lunes".
Tras la baja de los bonos de producción mensual, del equivalente de US$650 a US$195 en un lapso de 10 de meses, los trabajadores exigieron un bono de fin de año equivalente a US$10.800, pero la empresa ofreció inicialmente US$6.000, que el viernes redujo a US$5.690.
"Es una forma de desafiarnos, nos tienen miedo", dijo Tapia. La compañía no se ha pronunciado públicamente ni ha emitido comunicados.
Escondida obtuvo ganancias por US$5.600 millones, durante el 2010, con una producción anual de 1,1 millones de toneladas. La producción de la mina ha descendido a partir del 2007 desde 1,48 millones de toneladas anuales a 1,1 millones el 2010.
La Inspección del Trabajo dio la razón a la empresa al declarar que la paralización es ilegal porque se realiza fuera del período de negociación colectiva, por lo que Escondida podría empezar los despidos cuando quiera.
El vocero declaró que la decisión del ente estatal, "para nosotros no significa nada", y la impugnaron judicialmente el viernes.
Enfatizó que Escondida podría empezar los despidos, "pero nosotros tenemos una coraza jurídica para defender a los trabajadores".
"Estamos preparados para demostrar que estamos en una negociación colectiva, ellos no pueden hacerlo", indicó.
Los despidos pueden realizarse cuando un empleado falta dos días seguidos sin justificación. Tapia dijo que la compañía retiro los autobuses y no suben a los trabajadores a la mina — a 3.100 metros de altura— en la precordillera de Antofagasta.
"Nosotros, con los fondos del sindicato, contratamos autobuses y todos los días subimos a los trabajadores a la mina. Estamos en un paro de brazos caídos", agregó.
Declaró que los trabajadores "estamos muy tranquilos, confiados. Esperando hasta que la compañía venga a tocarnos la puerta".
Tapia precisó que están en contacto permanente con los empleados de las restantes minas privadas y que "nuestro movimiento (de negociar anticipadamente) puede sentar un precedente en los otros yacimientos, como ya lo hizo Collahuasi", la tercera mina más grande del mundo.
Collahuasi paralizó el sábado por 24 horas. Otro tanto hicieron el 11 de julio los trabajadores de la gigante estatal Codelco.
Tradicionalmente las negociaciones de Escondida con sus empleados marcan la pauta de lo que sucederá en los restantes grandes yacimientos.