WASHINGTON.- El fabricante estadounidense de automóviles Ford ha comenzado a retirar más de un millón de camionetas en Estados Unidos, por problemas en los estanques de combustible.
Según la Administración Estadounidense para la Seguridad en Carreteras, los modelos afectados son los F-150, F-250 y los Lincoln Blackwood, todos ellos vendidos en estados cuyo clima es muy frío, por lo que se cree que la sal que se esparce en las carreteras para evitar el hielo pudo causar la la corrosión del metal que de los tanques.
Las correas que sujetan los depósitos se oxidan y debilitan tras el contacto con la sal y pueden partirse, provocando que los tanques caigan al suelo, con evidente riesgo de incendio.
El problema comenzó a examinarse en septiembre de 2010, y desde entonces se han contabilizado ocho incendios, tres de los cuales se extendieron al resto del vehículo, aunque en el total de los siniestros sólo se ha registrado un herido que sufrió quemaduras de primer y segundo grado.
Desde 2008, Ford ha tenido que retirar vehículos en tres ocasiones, afectando a millones de consumidores. En este caso los automóviles dañados son modelos F-150 fabricados entre 1997 y 2004, así como F-250 producidos entre 1997 y 1999, y camionetas Lincoln Blackwood de 2002 y 2003.
Los distribuidores de la compañía reemplazarán las correas de los depósitos por otras con un material antioxidante más resistente.
Solo en los primeros seis meses de 2011, Ford comercializó más de 264.000 camionetas F-Series en Estados Unidos, lo que ha llevado a ubicarlas como el automóvil más vendido del país en los últimos treinta años.