TOKIO.- Las bolsas asiáticas vivieron hoy una nueva jornada de pánico tras el batacazo global de la víspera, aunque Tokio y Shanghai consiguieron moderar algo las pérdidas en el último tramo de la negociación.
La Bolsa de Seúl cayó con fuerza, ya que el índice Kospi retrocedió 68,1 puntos, el 3,64% y terminó en 1.801,35 unidades, con lo que acumula una pérdida de más del 7,4%. Mientras, el indicador de valores tecnológicos Kosdaq se dio un batacazo aún mayor al ceder 29,81 puntos, un 6,44%, hasta los 432,88 puntos.
La bolsa de Hong Kong sufrió hoy una fuerte caída de 1.159,87 puntos, o un 5,66%. El Hang Seng acabó el día con 19.330,70 puntos y el volumen de negocios alcanzó los 116.900 millones de dólares de Hong Kong (14.970 millones de dólares).
El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cerró con un descenso de 153,08 puntos, el 1,68%, y quedó en 8.944.48 puntos.
El índice general de la Bolsa de Shanghai no se contagió del pánico bursátil generalizado en otros mercados asiáticos y sólo perdió un 0,03% (0,75 puntos), dejando el índice en 2.526,07 puntos.
Sudeste asiático
La Bolsa de Valores de Yakarta cedió 115,15 enteros, equivalentes a un 2,99%, y el índice JCI acabó en 3.735,12 puntos.
En Malasia, el parqué bursátil de Kuala Lumpur descendió 24,85 posiciones o un 1,66%, que situaron al indicador ponderado KLCI en 1.472,14 enteros.
En Tailandia, la Bolsa de Valores de Bangkok perdió 35,65 puntos, equivalentes a un 3,31%, y el índice SET finalizó en 1.042,54 puntos.
En Filipinas, la Bolsa de Valores de Manila bajó 174,21 enteros, equivalentes a un 4,02%, y el indicador PSE concluyó la sesión en 4.157,03 puntos.
En Vietnam, el parqué bursátil de Ho Chi Minh (antigua Saigón) retrocedió 8,71 unidades o un 2,20% y su índice VNIndex cerró en 387,70 puntos.
La jornada
Los inversores se lanzaron a vender al inicio de la sesión tras las fuertes caídas de ayer en los parqués mundiales, entre ellas la del neoyorquino Dow Jones, que perdió un 5,54% tras la rebaja por parte de la agencia Standard & Poor's de los bonos estadounidenses de "AAA" a uno menor "AA".
Ni el compromiso de los jefes financieros del G7 de mantener la estabilidad de los mercados ni la compra de bonos de deuda italiana y española por parte del Banco Central Europeo (BCE) lograron frenar ayer el desplome generalizado que hoy ha cristalizado con nuevas caídas en Asia.
Éstas cobraron más fuerza tras la publicación, a media mañana, del IPC chino de julio, que registró su peor dato en 37 meses con una subida del 6,5% interanual, y llevó a algunos a pensar en una posible subida de los tipos de interés en China como medida para aplacar el alza de precios.
Mediada la jornada, el Nikkei japonés llegaba a caer más de un 4%, mientras que Shangai cedía más de un 3,5% y el parqué de Hong Kong se dejaba más de un 6%.
Por su parte, el Kospi surcoreano retrocedía cerca de un 10%, hasta caer bajo la barrera de los 1.700 puntos por primera vez en 13 meses.
En Tokio, hacia el final de la negociación, los inversores optaron por la cautela y prefirieron esperar al desenlace que tendrá la reunión de hoy del Comité Federal de Mercado Abierto de EE.UU., órgano que decide las políticas de la Reserva Federal.
Los analistas nipones también especularon con la posibilidad de que el Banco de Japón (BOJ) adquiera fondos cotizados en Bolsa y de que se repitan acciones similares por parte de otras autoridades monetarias asiáticas.
En este sentido, "parece existir algún tipo de apoyo a nivel estatal en Asia", señaló hoy Masayoshi Okamoto, analista de Jujiya Securities, a la agencia Kyodo.
En Seúl, los inversores institucionales llevaron a cabo compras con la intención de moderar unas caídas que desde el 2 de agosto han acumulado más del 15 por ciento, sin que ello sirviera para frenar la caída del selectivo Kospi.
Con los mercados asiáticos aparentemente incapaces de parar el encadenamiento de pérdidas, los analistas creen que todo depende aún del rumbo que decidan tomar Estados Unidos y los países de la eurozona para atajar sus problemas fiscales.
Sobre todo, porque economías fuertemente dependientes de las exportaciones, como la china, la nipona y la surcoreana, se muestran más vulnerables a este tipo de factores externos.
"La cooperación internacional no impulsará a los inversores. Solo las señales que demuestren que la economía global no está tan mal podrían reactivar el mercado", indicó con pesimismo Lim Tae-geun, analista surcoreano de Shinyoung Securities.
A las pérdidas que cosecharon los exportadores asiáticos hubo que sumar en Japón un nuevo fortalecimiento del yen frente al dólar y el euro, lo que rebaja los beneficios de las empresas niponas a la hora de repatriarlos.
El dólar, debilitado por la situación fiscal de Estados Unidos, se movía al cierre de Tokio en la banda baja de los 77 yenes, muy cerca de los niveles que llevaron al Ministerio de Finanzas y al Banco Central de Japón (BOJ) a intervenir el mercado de divisas el pasado jueves.
El ministro nipón de Finanzas, Yoshihiko Noda, dijo hoy que, además de estas intervenciones, son necesarias "medidas sólidas para hacer frente a la subida del yen", en una indicación de que el Gobierno podría estar meditando nuevas medidas de estimulo para la economía nipona ante la inestabilidad de los mercados.