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Buen momento económico de Brasil atrae a "gringos" profesionales

Directivos del primer mundo buscan mejores sueldos y protección económica ante la crisis. La situación, sin embargo, podría crear una sobrevaluación aún mayor del real y generar una burbuja financiera.

13 de Agosto de 2011 | 17:42 | AP
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La alta tasa de interés y la situación de consumo obligan a preguntarse si no se estará generando una situación de burbuja financiera.

AFP, archivo

RIO DE JANEIRO.- Luego de ponderar las tormentas financieras que azotan a Europa y Estados Unidos, Seth Zalkin, banquero estadounidense vestido casualmente, bebía una taza de expreso y, al parecer, estaba conforme con su decisión de haberse mudado a este lugar con su esposa e hijo en marzo.


"Si el resto del mundo se está yendo al hoyo, este es un buen lugar para estar", dijo Zalkin, de 39 años.


Para aquellos que tienen incluso los recuerdos más vagos de la propia crisis de la deuda de Brasil en los años 80, el orden mundial ha quedado de cabeza.


La economía estadounidense puede estar arrastrándose, pero la de Brasil creció a su paso más acelerado en más de dos décadas el año pasado y el desempleo está en sus niveles más bajos históricamente.


Todo es parte de la transformación del país de un caso perdido en términos inflacionarios a uno de los mayores acreedores de Washington.


Debido a compensaciones que rivalizan con las de Wall Street, tantos banqueros extranjeros, administradores de fondos de protección, ejecutivos petroleros, abogados e ingenieros se han mudado aquí.


Los precios de los principales espacios para oficinas superaron los de Nueva York este año, convirtiendo a Río en la ciudad más cara del continente en cuanto a alquileres, con base en datos de la empresa de bienes raíces Cushman & Wakefield.


Una mentalidad de fiebre del oro está en pleno apogeo, al tiempo que los permisos de trabajo para extranjeros se dispararon 144 por ciento en los últimos cinco años y los estadounidenses encabezan el grupo de profesionales educados que se establece aquí.


Una vez aquí, encuentran un país que enfrenta un desafío muy diferente al de Estados Unidos y Europa: temores de que la economía se esté sobrecalentando.


Un impacto en particular para los recién llegados es la fuerza de la divisa del Brasil, el real. Esto pudiera ayudarles a los brasileños a tomar departamentos en lugares como South Beach en Miami, donde las propiedades cuestan aproximadamente un tercio de sus equivalentes en los exclusivos distritos de Río. Sin embargo, también les hace daño a los fabricantes y exportadores del país.


Así que en un esfuerzo con miras a impedir que suba incluso más, Brasil ahora es uno de los mayores compradores de bonos de la Tesorería estadounidense, convirtiéndose en un accionista mayor en la titubeante economía de Estados Unidos. Eso marca un notorio rompimiento con el pasado, cuando Washington contribuyó a darle forma a paquetes de rescate para las crisis financieras de Brasil.


"A Brasil le está yendo excelente, pero honestamente, casi cada semana me pregunto, '¿cuándo va a terminar esto?"', dijo Mark Bures, de 42 años, ejecutivo estadounidense que se mudó a esta ciudad en 1999, justo a tiempo para ver una abrupta devaluación de la divisa y otros pronunciados altibajos en la trayectoria de Brasil.


El reciente auge de las materias primas y el crecimiento en el consumo interno, resultado de una clase media en expansión, contribuyeron a que Brasil se convirtiera en una potencia ascendente que repuntó con facilidad de la crisis mundial de finanzas de 2008.


La economía creció 7.5% el año pasado y se prevé que registre un crecimiento aproximado de 4% este año; más lento, pero aún envidiable en Estados Unidos.


Sin embargo, Brasil ofrece muchos desafíos para darles pausa a los recién llegados. La legislación laboral favorece la contratación de brasileños por encima de los extranjeros, en tanto el largo proceso de obtener una visa de trabajo puede tomar desprevenidos a quienes no están acostumbrados a la descomunal burocracia carioca.


Algunos economistas consideran que el real es la divisa más sobrevaluada del mundo contra el dólar y la inflación ha subido (como lo demuestran hamburguesas Bic Mac de 6.16 dólares y martinis de 35 dólares).


Las tasas de intereses se mantienen obstinadamente altas y los analistas debaten si se está formando una burbuja de crédito a medida que el consumidor continúa con una juerga de varios años gastando a lo loco en todo, desde casas hasta automóviles.


Brasil difícilmente es inmune a la turbulencia de los mercados mundiales, y su divisa se ha debilitado un poco este mes.


Los bienes raíces de Río han estado bullendo a medida que se aproximan la Copa Mundial de Fútbol en 2014 y los Juegos Olímpicos en 2016, pero su infraestructura es insuficiente. La delincuencia violenta, si bien está bajando en algunas áreas, es una plaga en grandes partes del país y en Río, que sufrió el traumático secuestro de un bus este mes.


De cualquier forma, los extranjeros están llegando, y las autorizaciones para ellos registraron un salto superior a 30% tan solo en 2010, con base en datos del Ministerio del Trabajo.


Los estadounidenses conforman el mayor grupo mudándose hacia este lugar, seguidos por contingentes de británicos y otros europeos. Algunos están en asignaciones temporales. Otros están fundando empresas conjuntas, grandes y pequeñas.


Nuevas empresas en el país carioca


David Neeleman, el fundador estadounidense de JetBLue Airways, creó hace poco Azul, aerolínea brasileño de bajo costo. Corrado Varoli, italiano que supervisaba las operaciones latinoamericanas de Goldman Sachs desde Nueva York, ahora dirige su propio banco boutique de inversiones en Sao Paulo.


Nuevas empresas .com como Baby.com.br, minorista de pañales en línea fundada este año por dos primos estadounidenses recién egresados de facultades de negocios como Wharton y Harvard, a veces hacen que Brasil transmita una burbujeante sensación como la de Estados Unidos en 1999.


Otros extranjeros toman empleos en empresas brasileñas que prosperan a raíz de un auge creado parcialmente por el comercio de Brasil con China.


"Nuestros salarios aquí en Brasil son cuando menos 50 por ciento mayores a los salarios en EU para puestos estratégicos", destacó Jacques Sarfatti, administrador de país por Russell Reynolds, empresas que recluta a ejecutivos de negocios.


Los extranjeros compiten con brasileños que vuelven a casa del exterior. "Es verdaderamente obvio que el mercado laboral es muy malo en otras partes", comentó Dara Chapman, de 45 años de edad, californiana que es socia en un fondo de protección en Río, Polo Capital. Dijo que estaba recibiendo tantos currículos de aspirantes estadounidenses a transferencias que realmente se daban "por docena".


Los enormes descubrimientos de petróleo brasileño en aguas profundas también han atraído inversionistas y gente extranjera, incluidos miles de filipinos que trabajan en barcos y plataformas petroleras en el mar. Para sus otras industrias, Brasil necesita aproximadamente 60,000 nuevos ingenieros, con base en estimados, algunos de los cuales deben venir del extranjero, dado el rezagado sistema educativo del país.


"Yo me mudé de Pekín hace un año y considero que el potencial para el desarrollo profesional es increíble", destacó Cynthia Yuanxiu Zhang, de 27 años, administradora china en una empresa tecnológica. "Ya estoy planeando extender mi estadía aquí durante esta década".

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