SANTIAGO.- En términos interanuales, la actividad económica creció 6,8% durante el segundo trimestre del presente año, tras aumentar 10,0% en el primero, lo que implicó una variación semestral de 8,4%, según informó el Banco Central.
Según el informe, en términos desestacionalizados, el Producto Interno Bruto (PIB) creció 1,4% con relación al primer trimestre del año. Durante el perioso se registró un día hábil más que en el segundo cuarto de 2010, resultando el efecto calendario igual a 0,3 puntos porcentuales.
El PIB se vio impulsado por todas las actividades económicas, salvo Minería que presentó una caída por una menor producción de cobre debido al progresivo descenso en las leyes del mineral de algunos de los principales yacimientos y por la huelga que registró una de las principales mineras del país y de la mantención programada en un yacimiento.
En tanto, destacaron por su dinamismo las actividades agropecuario-silvícola y comunicaciones, mientras que en términos de incidencia, se acentuó el sector industria.
La demanda interna creció 9,4%, con lo que el semestre alcanzó una variación de 12,0%. El resultado estuvo liderado por el consumo de hogares. Por su parte, la inversión creció impulsada, principalmente, por el gasto en maquinaria y equipo.
"Dentro del consumo de bienes durables destacó el gasto en automóviles y electrodomésticos; dentro del de bienes no durables, el gasto en productos textiles, prendas de vestir, cuero y calzado; y dentro del consumo de servicios, el gasto en comunicaciones, transporte y salud", expresó el BC.
En cuanto al comercio exterior, tanto las exportaciones como las importaciones de bienes y servicios alcanzaron altas tasas de expansión.
"La mayor contribución provino de las exportaciones industriales, destacando el incremento observado en la rama de Papel, impresos, y grabaciones como consecuencia de los mayores embarques de celulosa", sostiene el informe.
El ingreso nacional bruto disponible real creció 8,0%, en respuesta a los favorables términos de intercambio.
El ahorro bruto nominal resultó igual a 24,5% del PIB, con una tasa de ahorro nacional de igual magnitud, y un saldo en cuenta corriente prácticamente nulo.
De acuerdo con la política de revisiones establecida por el instituto emisor, se corrigieron al alza las estimaciones del PIB de 9,8% a 10%, y la de la demanda interna, de 14,6% a 15,1%.