NUEVA YORK.- El temor de una nueva recesión hundió a las acciones estadounidenses el jueves y empujó a los principales índices a una caída de más de 3%, con un resurgimiento de la volatilidad extrema que los inversores esperaban se hubiera marchado.
El promedio industrial Dow Jones cedió 419,17 puntos, o un 3,67%, a 10.991,04 unidades, según datos preliminares.
El índice Standard & Poor's 500 perdió 53,15 puntos, o un 4,45%, a 1.140,74, mientras que el Nasdaq Composite Index cedió 131,05 puntos, o un 5,22%, a 2.380,43 unidades.
"Es otro caso de pánico en el mercado", opinó Gene Peroni Jr., gerente de portafolios en Advisors Asset Management. "Los inversionistas están reaccionando precipitadamente sin hacer preguntas".
Horas antes, el Gobierno estadounidense había informado que aumentó el número de personas que pidieron subsidios por desempleo con respecto a la semana pasada, y que el índice de precios al consumidor aumentó 0,5% en julio comparado con un descenso de 0,2% el mes anterior. Además Japón había informado que sus exportaciones bajaron 3,3% en julio comparado con el mes anterior.
La caída en Wall Street parece indicar un regreso de la volatilizad que ha caracterizado el mundo de las finanzas desde el 21 de julio. Las acciones sin embargo habían estado relativamente tranquilas esta semana debido a una serie de buenos reportes corporativos.
Mucha gente vertió su dinero en bonos del tesoro y oro. El oro subía 32,10 dólares la onza para quedar en 1.825,90, comparado con 1.400 dólares a comienzos de año y 1.250 al final de agosto del año pasado. El rendimiento de los bonos del tesoro a 10 años bajaba de 2,16% a 2,03%, su piso histórico.
Cuando los precios suben en momentos en que el mercado laboral luce débil, "se le hace más difícil a la Reserva Federal estimular la economía", dijo Jack Ablin, oficial de inversiones de Harris Private Bank. El banco central estadounidense ya ha asegurado que mantendrá las tasas de interés de corto plazo casi a cero hasta por lo menos hasta el 2013. Pero el riesgo de inflación le impedirá tomar medidas adicionales, como otra ronda de compra de bonos.
"Cada vez que la economía se engripaba, la Reserva Federal ha estado a su lado con una caja de pañuelos", dijo Ablin. "Esta vez la caja está vacía y tendremos que aguantarnos. Creo que podremos hacerlo, pero no es algo a lo que estamos acostumbrados".
Entretanto, cundían las preocupaciones sobre la deuda europea. Si cualquiera de esos países incurre en una mora de pagos, quedarían perjudicados los bancos europeos que poseen bonos de gobierno, además de bancos estadounidenses que han otorgado préstamos a instituciones europeas.
"Europa es la gran incógnita en el mercado, y nadie sabe qué ocurrirá ahora", sostuvo Scott Brown, economista jefe de Raymond James.
El jueves, las acciones más indicadores de un crecimiento económico fueron las que más resultaron afectadas. Las industriales en el S&P 500 perdieron 5,6%, las de tecnología 5,1% y las financieras 4,6%. Las de materias primas cayeron 5,5% y las energéticas descendieron 5,4%.
El precio del petróleo bajó 4,11 dólares por barril a 83,47 dólares, ante la creencia de que la situación económica afectará la demanda. Sin embargo, ello podría redundar en precios más bajos de la gasolina, lo que beneficiaría a los consumidores.
Los mercados asiáticos fueron los primeros en descender. El japonés Nikkei 225 descendió 1,3%, mientras el surcoreano Kospi perdía 1,7% y el Sensex de la India perdía 2,2%.
En Europa la tendencia era hacia abajo también. El índice británico FTSE 100 perdía 4,5% ante noticias de que las ventas al por menor tuvieron un débil crecimiento, y el DAX de Alemania perdía 6,6%.