NUEVA YORK.- Wall Street abrió hoy a la baja y luego del inicio de la sesión el Dow Jones cedía un 0,90%, afectado por la revisión a la baja del crecimiento del PIB estadounidense en el segundo trimestre y tras el discurso del presidente de la Reserva Federal de EE.UU., Ben Bernanke.
Ese índice, la principal referencia del parqué neoyorquino, restaba hasta las 10:25 horas local, 100,73 puntos para colocarse en las 11.049,19 unidades; al tiempo que el selectivo S&P 500 cedía 0,31% (-3,86 puntos) hasta 1.155,41 puntos; y el índice compuesto del mercado Nasdaq sube un 0,51% (13,02 puntos) hasta 2.432,18 unidades.
El parqué neoyorquino retomaba así la tendencia bajista de la pasada jornada, cuando el Dow Jones interrumpió tres jornadas consecutivas de avances al bajar un 1,51% contagiado por los números rojos en Europa, que pudieron más en el rumbo de la jornada que la inversión de US$5.000 millones de Berkshire Hathaway, el grupo de Warren Buffett, en Bank of America.
La entidad financiera se disparó el jueves un 9,44%, por lo que la recogida de beneficios se saldaba hoy con un descenso del 1,44% en las acciones del banco.
Los inversores esperaban con ese ánimo vendedor a que Bernanke pronunciara su esperado discurso en su encuentro hoy en Jackson Hole, en el estado de Wyoming, sin embargo, la autoridad del Banco Central estadounidense no realizó anuncios para impulsar la economía del país.
En los números rojos de la jornada también influía la noticia de que la economía de Estados Unidos creció a un ritmo anual del 1% en el segundo trimestre del año, según informó el Departamento de Comercio, que revisó a la baja su primer cálculo de un crecimiento del 1,3%.
Esta revisión a la baja, que ejemplifica la debilidad que arrastra todavía la economía estadounidense tras la reciente crisis global, incrementa los temores sobre una nueva recesión, alentados también por un índice de desempleo que se mantiene alto, en el 9,1%.
En otros mercados el petróleo bajaba a US$84,12 por barril, el oro ascendía a US$1.789,8 la onza, el dólar perdía terreno frente a otras monedas como el euro (que se cambiaba por US$1,4441) y la rentabilidad de la deuda pública estadounidense a diez años descendía al 2,16%.