PARÍS.- La OCDE revisó en fuerte baja sus previsiones de crecimiento económico de los países ricos en 2011 y admitió el riesgo de que algunos de ellos caigan en una nueva recesión y que la crisis de la Eurozona se agrave.
En un informe publicado este jueves, las previsiones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre el G7 (Estados Unidos, Japón, Canadá, Alemania, Francia, Gran Bretaña e Italia) señalan que dos de esos países -Alemania e Italia- registrarán por lo menos un trimestre de contracción de su Producto Interno Bruto (PIB).
Con excepción de Japón, en plena reconstrucción tras las catástrofes naturales y el accidente nuclear de marzo pasado, las economías del G7 tendrán "un crecimiento promedio por debajo del 1%" en el segundo semestre de 2011 en comparación con el mismo periodo del año pasado, apunta la OCDE.
El PIB de Estados Unidos tendrá un aumento interanual de 1,1% en el tercer trimestre y de 0,4% en el cuarto, indica la OCDE, que rebajó sus proyecciones de mayo pasado, cuando preveía que la primera economía mundial crecería 2,9% y 3% respectivamente en los dos últimos ejercicios trimestrales de 2011.
El PIB de Alemania, primera economía de la Eurozona, subirá 2,6% en el tercer trimestre pero se contraerá un 1,4% en el periodo octubre-diciembre.
El crecimiento de Francia será de 0,9% y de 0,4% en esos dos periodos, muy por debajo del 1,8% y del 1,9% que la OCDE preveía para este país en mayo.
"El riesgo de un periodo de crecimiento negativo en el periodo próximo se ha reforzado", declaró el economista jefe de la OCDE, Pier Carlo Padoan, para quien "no se excluye una recesión en algunas de las grandes economías" del planeta.
"Dudamos sin embargo que se trate de una repetición de la crisis de 2008-2009", agregó, aunque llamó a los poderes públicos a "actuar" para impedir una degradación mayor de la situación.
La OCDE insta en particular a los bancos centrales del G7 que aún disponen de margen de maniobra a proceder a nuevos recortes de sus tasas de interés, a fin de estimular la inversión y el consumo.
Y llama a la Eurozona a reforzar la capitalización de sus bancos y a poner en marcha "rápidamente" el rescate de Grecia, para "frenar el contagio" de la crisis de la deuda, que "podría volver a intensificarse".