LISBOA.- Portugal logró colocar hoy en el mercado primario el montante máximo de su emisión de deuda, 1.250 millones de euros, aunque para ello tuvo que pagar un interés superior al 5%, la tasa más alta desde el pasado 20 de abril.
Desde que las autoridades lusas firmaran el memorando de entendimiento con la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de su rescate financiero de 78.000 millones de euros, el pasado mes de mayo, Portugal no había colocado deuda por encima del 5%.
Según informó hoy el Tesoro luso, los inversores compraron mil millones de euros en bonos a tres meses a cambio de una rentabilidad del 4,93%, y otros 250 millones de euros en títulos a seis meses con un interés del 5,25%.
Portugal pagó una penalización por su deuda a seis meses superior a la anterior emisión de similares características, hace un mes, cuando no llegó a adjudicar el montante máximo y vendió estos bonos al 4,98% de interés.
A tres meses, el último antecedente data del pasado 7 de septiembre, cuando fueron adjudicados a una rentabilidad del 4,95%.
Para no sobrepasar el 5% de interés, el Tesoro luso prefirió en las anteriores subastas no llegar al montante máximo de las emisiones que siempre registraron una demanda superior a la oferta.
En la emisión de hoy los títulos a tres meses multiplicaron por 1,7 la oferta, y a seis meses la cuadruplicaron.
La preocupación de los mercados sobre la situación de Grecia y su impacto en el seno de la UE se reflejó también en la cotización de la deuda portuguesa en el mercado secundario -donde se compran y venden las obligaciones adquiridas en subastas públicas- con intereses más altos.
La penalización de los títulos lusos a cinco años subía hoy hasta el 13,48%, mientras que a diez años aumentaba hasta el 11,68%, por debajo, sin embargo, de los máximos históricos alcanzados este verano.
En el caso del plazo de dos años la deuda portuguesa cotizaba al 17,21%, ligeramente inferior a la tasa de ayer pero un punto porcentual más que hace sólo una semana.
De esta forma, la presión de los mercados sobre Portugal continúa pese a su petición de rescate financiero, ayuda que obliga al país a aplicar un severo programa de ajustes y reformas como contrapartida por los 78.000 millones de euros que debe recibir a través de préstamos durante un período de tres años.