LISBOA.- La agencia Standard & Poor’s anunció hoy que mantiene la calificación crediticia del Estado portugués en "BBB-", aunque con perspectiva negativa, por la determinación de su Gobierno a aplicar los ajustes económicos que necesita el país.
La agencia calificadora espera que Portugal adopte medidas adicionales de austeridad y se acerque al cumplimiento de los objetivos fijados por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) cuando le concedieron en mayo un rescate financiero de 78.000 millones de euros.
No obstante, Standard & Poor’s advierte del riesgo de que la economía lusa se contraiga a corto plazo "más de lo esperado" a causa de una débil demanda externa y un empeoramiento de las condiciones del crédito.
La agencia de calificación considera que el principal factor que podría llevar a rebajar la nota de Portugal "quizá en más de un nivel" es la posibilidad de que se debilite su firme compromiso político con el saneamiento de la economía y la reducción del déficit fiscal exigida por la UE y el FMI.
Aunque resalta ese riesgo, Standard & Poor’s constata que el Gobierno de centro-derecha salido de las elecciones de junio ha puesto en marcha las medidas de ajuste necesarias para cumplir los acuerdos internacionales firmados por el anterior Ejecutivo del Partido Socialista, que ahora es la principal oposición.
La calificadora espera que la deuda estatal alcance en 2013 un límite de 106 % del Producto Interior Bruto (PIB) y considera manejable la situación de la banca lusa, pese a sus problemas de acceso al crédito.
También resalta los aumentos de impuestos al salario y el consumo que ha aplicado el nuevo Gobierno luso y los ahorros de personal y reducción de costos en el sector público que ha aplicado para reducir el déficit del Estado.
Sin embargo las estimaciones de la agencia sobre la contracción económica que va a sufrir Portugal entre 2011 y 2014 -en parte como reflejo de esas severas medidas- se han elevado de una media anual del 0,2% hasta el 0,5%.
Standard & Poor’s subraya la buena respuesta portuguesa a las expectativas del programa económico negociado con los organismos internacionales y considera que su aplicación hará más competitiva su economía y la reforzará a medio y largo plazo.
La nota "BBB-" que ha decidido mantener a Portugal, la misma que también la calificadora Fitch optó por conservar el pasado 28 de julio, está ya a un nivel considerado de "bono basura".
La tercera gran agencia de notación, Moody’s, redujo aún más el pasado 5 de julio la calificación lusa y la bajó cuatro niveles, hasta dejarla en "Ba2", dos escalones menos que la aplicada por las otras entidades.
Todas las agencias coinciden en mantener a Portugal bajo vigilancia y en pronóstico negativo por sus problemas financieros.