CANNES.- El multimillonario filántropo Bill Gates instó el jueves a los líderes del G-20 a proteger los presupuestos de ayuda, diciendo que los recortes no sólo perjudican a los pobres sino que también socavan las innovaciones en áreas como la salud y la agricultura.
El cofundador de Microsoft Corp, quien se ha comprometido a donar la mayor parte de su fortuna a obras de caridad, es el primer empresario en ser invitado a realizar un discurso ante los líderes del G-20, que se reúnen en la ciudad francesa de Cannes para discutir asuntos mundiales urgentes.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, pidió a Gates hacer un informe al G-20 sobre nuevas formas de financiación para el desarrollo dados los profundos recortes presupuestarios en las economías avanzadas, que luchan para frenar una elevada deuda pública.
Gates instó al G-20 a mostrar liderazgo mediante la presentación de un enfoque más amplio para mejorar la vida de los pobres. El multimillonario estadounidense sostuvo que innovaciones tales como nuevas semillas y vacunas han salvado miles de millones de vidas y demostrado que si se utiliza correctamente, la ayuda ha sido efectiva para reducir la pobreza.
"El liderazgo del G-20 es de vital importancia, especialmente en estos tiempos económicos difíciles", dijo Gates a los líderes del G-20.
"El mundo no va a equilibrar sus cuentas mediante la reducción de la ayuda, sino que hará un daño irreparable a la estabilidad mundial, al crecimiento de la economía mundial y a los medios de subsistencia de millones de personas pobres", agregó.
Legisladores de Estados Unidos buscan recortar más los presupuestos de ayuda de Washington. El Congreso de ese país ya ha recortado unos 8.000 millones de la solicitud hecha por el presidente Barack Obama al Departamento de Estado y en ayuda exterior durante el año pasado, y se propone recortar otros 8.600 millones en el año fiscal 2012.
Gates propuso impuestos a las transacciones financieras, los combustibles de aviación, el transporte marítimo y el tabaco como una manera de obtener nuevos recursos de desarrollo y ayudar a los países a cumplir las promesas de ayuda.
Incluso un pequeño impuesto de 10 puntos base en la renta variable y dos puntos base sobre los bonos daría unos 48.000 millones de dólares desde los países del G-20, o 9.000 millones de dólares sólo si los grandes países europeos adoptan la idea, dijo Gates.
Si bien ninguna de las propuestas de impuestos de Gates es probable que se adopte en la cumbre de Cannes, el planteamiento ha generado un gran debate, especialmente el espinoso tema de gravar las transacciones financieras.
Estados Unidos y Gran Bretaña se oponen a un impuesto financiero debido a la carga que impondría a sus bancos.