SAO PAULO.- El grupo francés de productos de lujo Hermès apuesta al creciente mercado de consumo brasileño, especialmente reflejado en su poderosa metrópoli Sao Paulo, para ampliar su presencia en América Latina, informó su vicepresidente ejecutivo, Patrick Albaladejo.
"Sao Paulo es una ciudad con un gran potencial. Tenemos la firme intención de abrir una segunda tienda" en los próximos dos o tres años, afirmó el ejecutivo al celebrar el "gusto brasileño" por los objetos de lujo.
Sobre el crecimiento en América Latina, "por el momento nos enfocamos en México y Brasil, nuestros proyectos de apertura se concentran en esos dos países. Países grandes, en términos de población, en términos de recursos, países ricos, países con un fuerte desarrollo y estabilidad", destacó.
El grupo sólo cuenta con ocho tiendas propias y concesionarias en toda la región: cuatro en México, una en Buenos Aires, una en Santiago, una en Panamá y otra en Sao Paulo, la capital brasileña del lujo.
Aunque Hermès produce artesanalmente vestimenta femenina y masculina, zapatos, accesorios, productos de mesa y de diseño de interiores, para sus clientes mundiales, cada una de esas tiendas realiza un pedido especial acompañando el gusto de sus consumidores.
"Los clientes brasileños conocen mucho, tienen gustos particulares", agregó Albaladejo, lamentando que las altas tasas de importación no permitan que el "desarrollo del mercado del lujo avance tanto como el deseo de los brasileños" por esos bienes. Los productos "son dos veces más caros que en Francia", señaló sorprendido.
Sin embargo eso no impide que la marca pretenda crecer tanto en Brasil como en el mercado latinoamericano. "Países como Brasil, México (...) van a ser motores de crecimiento (para Hermès). Todavía no lo son porque tenemos una red de distribución y un volumen de negocios pequeño", afirmó al subrayar el potencial de crecimiento.
Desde la instalación de la primera tienda en Sao Paulo en 2009, las ventas crecieron más de 30%, estimó Albaladejo, y con un segundo local Hermès pretende consolidar su posición en el mercado de lujo brasileño, que crecerá 33% este año a un volumen de negocios estimado en 11.900 millones de dólares, según la privada MCF Consultora.