WASHINGTON.- El comité parlamentario que intenta en Estados Unidos recortar US$ 1,2 billones el déficit público en los próximos diez años anunciará previsiblemente hoy el fracaso de las negociaciones por las diferencias irreconciliables entre republicanos y demócratas.
La prensa estadounidense da por hecho que los 12 miembros del "supercomité" anunciarán hoy el fracaso de la conversaciones, bloqueadas por la oposición de los republicanos a que se impongan subidas de impuestos y la negativa demócrata a basar todo el esfuerzo en la reducción de los gastos.
El senador republicano Jon Kyl, miembro del panel negociador, indicó hoy a la televisión CNBC que el anuncio formal sobre los resultados se dará a conocer a finales del día, al tiempo que ninguno de los participantes se muestra esperanzado en un acuerdo de última hora.
La bolsa de Wall Street recibió con caídas el posible fracaso sobre la reducción del déficit, para el que los republicanos proponen recortes en apartados como la sanidad que eviten recurrir a subidas de impuestos.
El "supercomité" trabajó a contrarreloj este fin de semana con la esperanza de conseguir un acuerdo de mínimos, que parece irrealizable, ya que el plan debía cerrarse hoy para ser presentado el miércoles.
Los demócratas son favorables a un aumento de impuestos a las rentas más altas, mientras que los republicanos quieren que la mayor parte del ahorro provenga de recortes en programas sociales.
Un desacuerdo obligaría a recortes automáticos en partidas presupuestarias como defensa y programas sociales, algo que ninguno de los partidos desea.
Estos recortes automáticos fueron acordaron entre la Casa Blanca y el Congreso en la agónica negociación de agosto que evitó la suspensión de pagos y permitió elevar el techo de la deuda.
La superación de las diferencias en ningún momento pareció próxima desde que el "supercomité" fue designado hace tres meses y ambos partidos reconocen que el debate sobre el déficit seguirá hasta las elecciones presidenciales de finales de 2012.
Los republicanos, que ahora controlan la Cámara de Representantes, argumentan que un aumento de los impuestos desalienta la inversión, mientras que el presidente, Barack Obama, y el Partido Demócrata han pedido "sacrificios compartidos", que incluyan al menos la eliminación de las exenciones fiscales concedidas durante el mandato de George W. Bush.