BRUSELAS.- El Primer Ministro italiano, Mario Monti, inicia hoy dos jornadas de reuniones europeas para asegurar a los responsables de la Unión Europea (UE) que su Gobierno va a emprender las reformas económicas prometidas a Bruselas.
Monti se reúnirá en Bruselas con los presidentes de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, y del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y el jueves lo hará con la canciller alemana, Angela Merkel, y el Presidente francés, Nicolas Sarkozy.
El jefe del Gobierno italiano asumió el cargo la semana pasada tras la dimisión de Silvio Berlusconi y nombró un gabinete de técnicos que busca lanzar las reformas que permitan a su país mejorar la disciplina fiscal y reducir la presión de los mercados sobre su deuda.
Monti se reunirá con Barroso a las 13:00 GMT (10 horas de Chile), con unas declaraciones previstas para una hora después; mientras que se verá con Van Rompuy a las 14:00 GMT (11 horas en Chile).
La visita del nuevo jefe del Ejecutivo italiano en Bruselas tendrá lugar después de una nueva jornada negra en las bolsas europeas, donde la llegada de los nuevos gobiernos de tecnócratas en Italia y Grecia no ha frenado la presión de los mercados.
En concreto, la bolsa de la Milán bajó ayer un 4,74 %.
Con una deuda pública que alcanza el 120 % del Producto Interior Bruto, la prioridad para el Ejecutivo de Monti serán las reformas fiscales, aunque también serán uno de los puntos más delicados.
Esto se debe a que el partido de Berlusconi, el Pueblo de la Libertad (PDL), rechaza de plano un impuesto sobre el patrimonio y el principal sindicato del país (CGIL) se niega a la reintroducción del impuesto de bienes inmuebles a la primera vivienda.
Además, fuentes del Ministerio de Economía de Roma han avanzado que Monti se plantea también la subida del IVA en otros dos puntos (Berlusconi ya lo hizo este verano del 20 al 21 %), junto con una reducción del impuesto de la renta sobre las personas físicas y de la tasa regional sobre las actividades productivas.
Monti, que fue un muy respetado comisario europeo entre 1995 y 2004 y después ha recibido encargos puntuales de la CE (por ejemplo, fue coordinador de la línea eléctrica de alta tensión entre España y Francia), goza de un excelente crédito en Bruselas, por lo que a partir de ahora toca ver si consigue mantenerlo.