ESTRASBURGO.- El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, afirmó hoy ante el Parlamento Europeo que la UE no tuvo otra alternativa que el acuerdo alcanzado sin el Reino Unido para una mayor disciplina fiscal de los países mimebros.
"No hubo otra alternativa que un tratado a 17 -los socios del euro- abierto a los demás", señaló en un debate ante el pleno del Parlamento para explicar los resultados de la cumbre europea del jueves y el viernes pasados.
Van Rompuy consideró un momento de "responsabilidad y solidaridad" el respaldo al acuerdo de los socios europeos que no forman parte del euro y destacó el de aquellos países que gozan del derecho de no participar en el euro -como Dinamarca, aunque no mencionó al país directamente-.
Además de Dinamarca sólo el Reino Unido goza de esta excepción, ya que el resto de los países de la UE al firmar su adhesión se comprometieron también a encaminarse hacia la adopción de la divisa única en el futuro.
"El interés europeo debe ser nuestro único criterio", recalcó Van Rompuy y reconoció que un tratado intergubernamental no fue la primera preferencia, pero aseguró que servirá para hacer obligatorio el pacto fiscal, según el cual los países deberán incluir en sus constituciones un límite al déficit estructural anual del 0,5 % del PIB.
Van Rompuy subrayó que el tratado gubernamental debe ser negociado con urgencia y esperó que pueda estar listo en marzo.
El líder del Consejo Europeo recordó también que entre las medidas acordadas en la cumbre figuran el aumento de los recursos del Fondo Monetario Internacional (FMI) con 200.000 millones de euros en préstamos bilaterales.
También hubo consenso sobre la necesidad de reforzar los cortafuegos de la UE contra la crisis, por eso se adelantará el fondo permanente de rescate (MEDE) a julio de 2012 y se combinará durante un año con el fondo temporal (FEEF).
La toma de decisiones en los procesos por déficit excesivo es otra de las cuestiones que se quiere revisar para hacerlo más automático.
Van Rompuy sostuvo que "hubo un amplio consenso sobre la sustancia" y también sobre que estos compromisos deben ser vinculante, pero reconoció que el problema fue de forma, lo que complica la materialización de las medidas.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, quien también participó en el debate, destacó, por su parte, que las nuevas medidas acordadas por los líderes europeos no van dirigidas a sustituir a ninguna institución sino que a "construir sobre ellas".
Barroso incidió asimismo en que el acuerdo es importante no sólo para recuperar la confianza de los mercados sino también de los propios ciudadanos de la UE.