TEHERÁN.- Irán enfrenta la posibilidad de ver reducidas sus ventas de petróleo a China y Japón en momentos en que las nuevas medidas para frenar las exportaciones de crudo iraní parecen poner su economía contra la pared.
Las reducciones en Asia ocurren después de que los líderes de la Unión Europea (UE) acordaron el miércoles prohibir la compra de crudo iraní.
China, el mayor socio comercial de Irán, ya ha reducido sus compras de petróleo a más de la mitad durante este mes y extenderá los recortes para febrero, dijo un operador petrolero con sede en Beijing que trabaja con el crudo iraní.
Japón, en tanto, consideraría recortar sus compras de petróleo de ese origen para lograr una exención a las nuevas sanciones estadounidenses firmadas y convertidas en ley por el Presidente Barack Obama en la víspera de Año Nuevo. Así lo confirmó una fuente gubernamental.
China, Japón y la UE compran aproximadamente la mitad de las exportaciones de Irán de 2,6 millones de barriles de petróleo por día. Las sanciones internacionales, que por años tuvieron poco efecto, por primera vez tendrán un impacto real en el día a día en Irán, donde cayó la moneda local, el rial, y la gente se apresura a convertir sus ahorros en dólares.
La mayoría de los operadores petroleros aún esperan que Irán sea capaz de encontrar compradores para su crudo, pero la República Islámica tendrá que ofrecer importantes descuentos, lo que reducirá los ingresos en las divisas que necesita para importar alimentos y otros suministros básicos para sus 74 millones de habitantes.
Pese al sombrío panorama, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Ali Akbar Salehi, dijo el jueves que su país "capeará el temporal".
"Irán, con la ayuda divina, siempre ha estado dispuesto a hacer frente a tales acciones hostiles y nosotros no estamos preocupados en lo absoluto por las sanciones", dijo Salehi en una conferencia de prensa.
Pero en una señal de que está tratando de aliviar la presión, Salehi dijo que Teherán estaba interesado en reanudar las negociaciones sobre su programa nuclear con las potencias occidentales, que entregaron una oferta para las conversaciones a través de Turquía.
Proximidad de elecciones
Las dificultades económicas que enfrenta Teherán se producen tan sólo dos meses antes de unas elecciones parlamentarias, que marcarán el regreso de los iraníes a las urnas desde que unos disputados comicios presidenciales en el 2009 generaron masivas manifestaciones públicas en todo el país.
Las autoridades reprimieron las protestas, pero desde entonces la Primavera Arabe ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de los gobiernos autoritarios en la región ante el molestar popular impulsado por las dificultades económicas.
Irán respondió a las sanciones con una suerte de ruido de sables, que incluyó la amenaza de bloquear el transporte de petróleo desde Oriente Medio cerrando el estrecho de Ormuz, que conduce al Golfo Pérsico.