BERLIN.- La directora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional (FMI), la francesa Christine Lagarde, y la canciller alemana, Angela Merkel, se reunieron hoy en Berlín para discutir sobre la crisis de deuda que atraviesa Europa y analizar el riesgo de quiebra en Grecia.
En el encuentro celebrado en la sede de la Cancillería de Berlín, después del cual no hubo comparecencia de prensa, ambas se concentraron sobre todo en el riesgo de default en Grecia y en la precaria situación que atraviesa Hungría, que necesita un préstamo del FMI y de la Unión Europea (UE) para esquivar la suspensión de pagos.
La situación de Grecia ha empeorado en los últimos días y según muchos expertos, el país, que ya no descarta una salida del euro, se acerca peligrosamente a la quiebra. Las negociaciones con los acreedores para una quita de deuda se dilatan mientras el gobierno griego espera con impaciencia el séptimo tramo de ayuda internacional.
Lagarde, que llegó a la Cancillería tras entrevistarse con el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schuble, suele ser de la misma opinión que Merkel en la mayoría de temas económicos actuales.
El FMI se ha mostrado escéptico hacia Grecia en los últimos tiempos mientras que la canciller exige una y otra vez al gobierno de Atenas que cumpla a rajatabla las condiciones para recibir la ayuda exterior y llama a los bancos a impulsar las negociaciones para la quita de deuda.
Lagarde será recibida el miércoles en París por el presidente galo, Nikolas Sarkozy. El lunes, Merkel y su homólogo francés se encontraron en Berlín para hablar sobre el mismo tema.
En esa oportunidad, la jefa de gobierno recalcó que Alemania, primera potencia económica europea, desea que Grecia siga en la eurozona pero insistió en que para ello Grecia tendrá que cumplir todas y cada una de sus obligaciones con la denominada troika.
Esa troika, formada por el FMI, el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea, volverá la próxima semana a la capital helena para estudiar los avances del país y acordar los siguientes pasos. A finales de enero preparará el informe final en el que anunciará su decisión sobre el posible desembolso del siguiente tramo de ayudas.
Además de abordar el tema de Grecia, Lagarde y Merkel estudiaron la situación de otros países europeos en dificultades y discutieron sobre el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MES) y sobre el nuevo "pacto fiscal" que podrían abanderar París y Berlín.