Francios Baroin y Wolfgang Schaeble, ministros de Finanzas francés y alemán, respectivamente.
EFEPARÍS.- Los bancos centrales de Alemania y Francia confían en superar el estancamiento sufrido por sus economías en los últimos meses del pasado año durante 2012, que debería ser un ejercicio de crecimiento en ambos casos y no de recesión como advierten algunos institutos de coyuntura.
"Creemos que el estancamiento es provisional” y que “en 2012 deberíamos tener una recuperación coyuntural” gracias a que la situación en Alemania es “buena,” indicó el gobernador del Bundesbank, Jens Weidmann, en conferencia de prensa en París, al término del Consejo Económico y Financiero franco-alemán.
Aemás, destacó como grandes activos de la economía alemana su competitividad y su baja tasa de desempleo, con lo cual aventuró que el crecimiento que se espera en 2012 vendrá tanto de la demanda interior como de la exterior.
Weidmann, en presencia de su homólogo del Banco de Francia, Christian Noyer, y de los ministros alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, y francés, François Baroin, auguró que la deuda pública de su país no aumentará este ejercicio, pero reconoció, sigue siendo "vulnerable a un choque exterior".
Noyer, en la misma línea, explicó que "tras el periodo de estancamiento" a finales de año y comienzos de 2012 "esperamos una recuperación progresiva del crecimiento," por lo que no hay razón para modificar las previsiones del eurosistema.
Además, puso el acento en que los anuncios de recesión “no nos parecen para nada en línea con las encuestas de coyuntura.”
Preguntado sobre la pertinencia de revisar a la baja su crecimiento para 2012, que es del 1%, el ministro francés recordó que han insistido en que revisarán sus planes de ajuste fiscal a la vista de “la realidad” y recordó que disponen de un margen de 6.000 millones de euros para el caso de que el crecimiento fuera inferior del que espera su Gobierno.
Por otro lado, Schäuble dijo que “es falso” que los gobiernos francés y alemán traten de rebajar las exigencias a los bancos que se fijan en las reglas de Basilea III, en contra de las informaciones de algunos diarios.
Los acuerdos de Basilea III, consensuados hace unos meses, aumentan los requisitos sobre el capital ordinario de las instituciones financieras para evitar colapsos.