MADRID.- Los dos principales sindicatos españoles, CCOO y UGT, convocaron hoy movilizaciones en todo el país para el próximo 19 de febrero contra la reforma laboral aprobada por el Gobierno conservador de Mariano Rajoy, que abarató y facilitó los despidos en las empresas.
"Queremos que el próximo día 19 sea un clamor popular en las calles" de España, dijo el secretario general de Comisiones Obreras (CCOO), Ignacio Fernández Toxo, quien compareció hoy en una conferencia de prensa en Madrid con su homólogo de la Unión General de Trabajadores (UGT), Cándido Méndez.
Ambos consideraron que la reforma laboral anunciada este viernes por el Ejecutivo permite el despido libre, ya que se generaliza esta medida con una indemnización de 20 días por año trabajado para las empresas con problemas económicos.
Para Toxo, la reforma es radical y pretende desmantelar el derecho laboral, y advirtió de que generará más destrucción de empleo y más conflictos en las empresas.
Méndez señaló, por su lado, que es "una reforma inútil y desequilibrada" que no creará empleo, y afirmó que la han dictado al Gobierno los organismos internacionales y la patronal.
El Gobierno actúa "sin autonomía y ha asumido la lógica de que el país está intervenido", subrayó.
Los responsables sindicales informaron que el próximo lunes van a reunirse con la ministra de Empleo, Fátima Báñez, para pedirle que se abra "un proceso de negociación con el fin de corregir" la reforma.
La reforma reduce la indemnización para trabajadores fijos que sean despedidos de forma improcedente desde los actuales 45 días por año trabajados a sólo 33, con un máximo de 24 mensualidades, en lugar de las 42 de ahora.
Pero lo que más preocupa a los sindicatos y a la oposición es que se generaliza la indemnización de 20 días por año trabajado para el despido objetivo -que permite a las empresas echar a empleados por causas económicas, organizativas, técnicas o de producción- de manera que la disminución persistente de ingresos "durante tres trimestres consecutivos" será motivo suficiente para despedir.
El Gobierno ha justificado la reforma para flexibilizar el mercado laboral y poner fin a la "sangría" del desempleo en España, que afecta a más de cinco millones de trabajadores y alcanza al 23% de la población activa, y al 48% en el caso de los jóvenes menores de 25 años.