SANTIAGO.- De acuerdo al índice que elabora mensualmente la CCS la intención de compra de bienes durables disminuyó desde un 8,5 en diciembre a un 8,2 en enero. Pese a ello, la caída estacional fue menor a lo observado en años anteriores. De hecho, comparado con el primer mes del año pasado (8,1), el índice de este año fue levemente superior.
Lo anterior sugiere que el alto dinamismo en las ventas del comercio observado en diciembre no había cedido aún en enero, lo que a su vez anticipa favorables cifras para el Imacec de dicho mes.
"Ello no es menor, ya que el desempeño de los indicadores de actividad en los últimos meses ha sorprendido a todos quienes esperábamos ver síntomas más evidentes del proceso de desaceleración en que debiera entrar la economía chilena. La principal razón tras la fortaleza del consumo sigue estando en un mercado laboral que ha sido generoso en la creación de empleo", explica la Cámara.
Al comparar las distintas categorías de bienes se observan fenómenos interesantes: la intención de compra de viviendas tuvo un fuerte aumento en enero de 2012 en relación a igual mes del año anterior, pasando de 6,3 a 9 puntos (esta cifra se lee como que el 9% de los consumidores considera probable adquirir una vivienda en los próximos 30 días).
"En informes anteriores hemos discutido el fuerte dinamismo en la demanda inmobiliaria durante el último año. Sin embargo, luego de alcanzar 8,5 puntos en octubre, este indicador había disminuido a 7,5 y 7,4 puntos en los meses siguientes. Esta trayectoria no sólo se revierte en enero, sino que además este mes marca el punto más alto en la demanda potencial de viviendas del actual ciclo económico", explica la entidad.
Otras categorías en que se observan incrementos relevantes durante el último año corresponden a teléfonos celulares, que aumenta de 20 a 23 puntos (influido sin lugar a dudas por la entrada en vigencia de la portabilidad numérica), muebles (de 15 a 17 puntos) y aparatos de televisión (13 a 14). También aumentó la intención de compra de refrigeradores, lavadoras, cocinas, microondas, cámaras de video y consolas, entre otros.
Por el contrario, disminuyó la intención de compra de computadores y automóviles (aunque estos últimos muy levemente).