SANTIAGO.- La Gran Torre Costanera Center alcanzó su máxima elevación y se transformó en el edificio más alto de Sudamérica luego que llegara a los 300 metros de altura.
Con 107.125 metros cuadrados, la obra fue diseñada por Alemparte, Barreda & Asociados, junto a Pelli Clarke Pelli Arquitects -creadores de las Torres Petronas de Kuala Lumpur-, y ejecutado por Salfa Corp.
La torre principal de 63 pisos será destinada a oficinas y funcionará bajo el sistema de plantas libres, con superficies que variarán entre los 100 y 2.000 metros cuadrados.
Según la empresa, las oficinas contarán con los máximos estándares internacionales de seguridad e infraestructura, entre los que destacan sistemas de climatización de volumen variable, con manejadoras de aire por piso, termopaneles anti UV y anti impacto, de piso a suelo.
Asimismo, un novedoso sistema de 24 ascensores permitirá la libre circulación de la gente por el mega proyecto inmobiliario; de ellos, 19 son del tipo "doble cabina".
El comando de los elevadores será a través de una técnica de última generación de manejo de tráfico y control de accesos basado en un mecanismo de control de accesos de destinos, que transporta a los usuarios dependiendo del piso al que se dirijan.
De esta forma, se maximizará la capacidad de pasajeros y se optimizarán los desplazamientos, además de ahorrar energía y tiempo de traslado.
La finalización de la etapa de obra gruesa contempló el izamiento de una estructura de acero puro que supera las 5 toneladas de peso.
El gerente general de Salfa Ingeniería y Construcción, Fernando Zúñiga, sostuvo que "el desafío constructivo, los sistemas empleados, así como la altura de trabajo, representaron un enorme reto".
"Ésta no es una obra común. Trabajar a estos niveles de alturas constituyó un hecho inédito en Chile" agregó Zúñiga.