SEVILLA.- El Presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, advirtió hoy que la crisis económica en España no ha tocado fondo y que "los problemas son extremadamente graves y las medidas no serán agradables".
Rajoy se refirió a la actual situación económica de España en su discurso de clausura del XVIII Congreso del Partido Popular (PP), que se realizó este fin de semana en la ciudad de Sevilla.
El jefe del Ejecutivo español, que ayer fue reelegido como presidente de su partido, garantizó que el Gobierno hará lo que sea preciso con justicia, pero también "sin vacilaciones y sin perder un minuto".
Ahora todos los esfuerzos se están dedicando, dijo, a "lo más urgente y lo más desagradable: poner barreras a la destrucción", porque para reiniciar el ascenso hay que frenar la caída.
"¡Ojalá nuestra situación económica hubiera tocado fondo! No es así", lamentó.
Rajoy advirtió de que "exige más sacrificios frenar el deterioro que construir" e insistió en que la tarea no será fácil, "y no lo será en bastante tiempo".
El presidente del Gobierno español se comprometió a trabajar en tres frentes: frenar la caída, iniciar la recuperación y preparar el futuro del país.
El presidente del Gobierno español defendió la reforma laboral aprobada por su Ejecutivo frente a las manifestaciones de protesta que hoy se están desarrollando en toda España y, aunque expresó su respeto por ellas, aseguró que la reforma es "justa, buena y necesaria".
A su juicio, la norma aprobada sitúa al país al mismo nivel que los más avanzados de la UE, moderniza una legislación de treinta años y "acaba con las injusticias y con las discriminaciones del mercado de trabajo".