Robots trabajan en una línea de producción del nuevo Audi A4 en la planta de Ingolstadt, Alemania.
ReutersGINEBRA.- La producción mundial de autos crecerá un 3% este año, lo mismo que en 2011, aseguró este miércoles la Organización Internacional de Fabricantes de Automóviles (OICA).
El pasado año, la producción mundial de vehículos se elevó a 80,1 millones de unidades, el mayor número jamás alcanzado, según la organización que contabilizó mil millones de vehículos en circulación en el planeta.
"Tras una caída dramática en 2009 a 61,8 millones de unidades debido a la crisis de 2008, la producción mundial de automóviles recuperó su nivel de crecimiento", dijo el presidente de la OICA, Patrick Blain.
Europa recuperó el crecimiento con 17,7 millones de vehículos en 2011, lo que supone un 3,5% más, aunque este nivel sigue siendo inferior al que había antes de la crisis de 2008, precisó Blain en una conferencia de prensa en Ginebra, donde se realiza el Salón del Automóvil.
China, tras una progresión en 2009 y 2010, cayó a 18,4 millones de unidades, mientras que en América del Norte la producción se elevó a 13,5 millones de vehículos (+10,6%).
La OICA prevé un crecimiento mundial del 3%, con una desaceleración en algunos países, aunque en otros se abrirán nuevas fábricas como en Brasil, Rusia y Marruecos.
Fabricación europea caería
La organización, que cuenta con 38 miembros, espera una caída de la producción automovilística en Europa del 5%, con un mercado alemán estable, una contracción del 6% en Italia y una caída del 10% en Francia debido al fin de las ayudas.
En América del Norte se espera que el sector crezca un 10%, mientras que en China aumentará 8% y en India un 14%, según las previsiones de la organización.
La organización es un poco menos optimista que la Federación Alemana de la Industria Automovilística (VDA), que prevé un crecimiento del 4% a nivel mundial.
El año empezó mal para el sector en Europa, sumido en la crisis de las deudas públicas que lastra la confianza de los consumidores. En febrero, la matriculación de vehículos nuevos cayó en la mayoría de los países europeos salvo en Alemania, donde se mantuvo estable.