TEHERÁN.- Irán confirmó este sábado la adopción de la rupia como divisa en sus operaciones directas con la India, para eliminar terceras partes en las negociaciones y eludir las sanciones internacionales que ponen límites a las transferencias desde y hacia Irán en monedas como el dólar y el euro.
En declaraciones difundidas por la agencia oficial, IRNA, Ahmad Sobhani, viceministro de exteriores para Asia Occidental de Irán, también indicó, en un encuentro entre empresarios indios e iraníes hoy en Teherán, su deseo de que se resuelvan los actuales problemas bancarios que obstaculizar el incremento del comercio bilateral.
Miles de millones de intercambios comerciales entre Irán y la India se hacen a través de un tercer país, que quedará eliminado al adoptarse la rupia como moneda de cambio y poder hacer las transacciones directamente.
En 2011, Irán estuvo a punto de cortar el suministro de crudo a la India, debido a las dificultades ocasionadas por las sanciones de EE.UU. y la UE para el cobro de las remesas, lo que llevó a que las refinerías indias acumularan hasta 7.000 millones de dólares de pagos pendientes por no poder transferirlos, según datos oficiales.
Debido a ese problema, los dos países negociaron un sistema de pago que en parte se hace en rupias y en parte en otras divisas por intermedio de bancos públicos de Turquía.
Irán también tiene un sistema de cobro para la venta de crudo en sus respectivas monedas nacionales con China y Corea del Sur, que son dos de sus principales clientes.
Este año, las sanciones en el campo petrolero y financiero de EE.UU. y la UE a Irán, debido a la disputa por su programa nuclear, se han reforzado, lo que llevó a Teherán hace pocos días a anunciar que aceptaría pagos en oro y en otras divisas nacionales a sus países clientes.
Un grupo de 45 representantes de empresas indias ha iniciado hoy una visita a Teherán para tratar con sus homólogos iraníes de un posible aumento del intercambio comercial y la colaboración económica y financiera.
La India, según señaló Sobhani, es un país que puede servir de puente para las transacciones de Irán con otros países, tanto del norte como del sur.