Ex ministro de Hacienda y actual precandidato presidencial, Andrés Velasco.
El Mercurio (Archivo)SANTIAGO.- El ex ministro de Hacienda, Andrés Velasco, entró de lleno en la discusión de la reforma tributaria, señalando que la iniciativa que está impulsando el Gobierno no "califica" como tal.
El actual precandidato presidencial expresó a Emol que en su plan tributario post-terremoto, el Gobierno redujo impuestos permanentes (Timbre y Estampilla y Pyme) por US$ 700 millones.
Sin embargo, "ahora anuncia una modificación impositiva que recauda US$ 700 millones -menos de 0.3% del Producto Interno Bruto-. Es decir, con esta modificación estamos `recuperando´ los ingresos fiscales que este mismo Gobierno había reducido".
De esta forma, el economista fue enfático al señalar que "un proyecto que no recauda, no califica como reforma tributaria".
Velasco agregó que los cambios en la estructura tributaria "deben aunar criterios y buscar consensos. Pronto nos enfrentaremos un proyecto de ley que representará, en el mejor de los escenarios, sólo al Gobierno".
"Este Gobierno ha perdido la oportunidad de alcanzar un consenso sobre cómo financiar un salto adelante en educación y al mismo tiempo avanzar hacia un sistema tributario más justo", añadió.
-¿Considera que los US$ 700 millones es una cifra adecuada para los requerimientos que tiene el país, sobre todo en materia de educación?
-El Gobierno ha puesto sobre la mesa una cantidad de dinero pero no ha precisado con claridad en qué se gastaría, y cómo vamos a dar un salto en materia educacional. Sin embargo, expertos de todos los sectores concuerdan que una reforma educacional que aumente calidad y equidad cuesta bastante más del 0.3% del PIB.
- Usted ha planteado que esta reforma tributaria tiene que avanzar hacia la justicia. ¿La propuesta de aumentar a 20% el impuesto a las grandes empresas y reducir el impuesto a las personas y pymes van en ese camino?
-Nadie conoce hoy los detalles de la propuesta, así es que no es posible afirmar si el proyecto que enviará el Gobierno al Congreso será o no justo. Pero si los elementos de la propuesta son los que han trascendido en la prensa, no se logrará dicho objetivo. Si sólo se aumenta el impuesto a las empresas y no se reducen algunas franquicias que benefician a sectores de mayores ingresos, la situación no variará demasiado.
-¿Qué medidas deberían tomarse entonces para que la propuesta del Ejecutivo consiga la "justicia tributaria" de la que usted habla?
-En el Gobierno en que yo participé, logramos reducir bastante la exención del IVA a la construcción, que era profundamente regresiva. También intentamos racionalizar y reducir los beneficios tributarios para los fondos de inversión, y para eso mandamos un proyecto de ley, pero no estuvieron los votos en el Congreso. Hay otras franquicias que deben ser evaluadas. En esa línea hay que perseverar.
-¿El alza impositiva que se plantea a las grandes empresas podría afectar la creación de puestos de trabajo, como han advertido los gremios de empresarios?
-Un aumento como el que el Gobierno estaría planteando (aumento a una tasa de 20%) no debiese tener un efecto en la inversión. Hay numerosos estudios (por ejemplo el de Eduardo Engel y coautores) que sustentan esta conclusión. Los cambios de impuestos dentro de rangos razonables, manteniendo además los alicientes para la inversión productiva, no tienen por qué afectar las tasas formación de capital. No nos olvidemos que el crecimiento no depende sólo de comprar más máquinas, sino también de mejorar el capital humano, y eso es lo que una reforma educacional bien financiada debería lograr.
Consultado por su posición respecto a la eliminación del impuesto específico a los combustibles, el ex secretario de Estado fue claro: "Me opongo terminantemente".
"Ese es un impuesto verde. Quemar combustible es una fuente de congestión y contaminación. En el gobierno pasado encargamos un trabajo a expertos internacionales y la conclusión fue clara", explicó.
De esta forma, fue crítico a la posición tomada por parlamentarios de la UDI que pretenden eliminar este gravamen. "Solo el impuesto a las gasolinas recauda US$ 1200 millones al año. Más del 60% de este monto, equivalente a US$ 750 millones, lo pagan los chilenos de mayores recursos".
"Para lograr un supuesto alivio a las capas medias, la UDI quiere regalarle US$ 750 millones a la gente con más plata en Chile. Eso no se sostiene", agregó.