MADRID.- El negocio de YPF, que el Gobierno Argentino ha declarado hoy de utilidad publica y sujeto a expropiación, representa algo más del 50% de la producción total de hidrocarburos de Repsol y alrededor del 40% de sus reservas.
Las cifras de la petrolera señalan que la filial argentina, de la que Repsol tiene el 57,4%, cerró el pasado año con un beneficio de explotación de 1.231 millones de euros (unos US$ 1611 millones), lo que supone el 25% del total de la multinacional.
En cuanto a la producción de YPF, en 2011 alcanzó un total de 495.000 bep/día, lo que representa un peso en el global de Repsol superior al 50%.
Al cierre del año pasado, las reservas probadas de YPF ascendían a 1.013 millones de barriles equivalentes de petróleo (Mbep) -aproximadamente el 40% del total de la petrolera- de los cuales 585 Mbep (58%) correspondían a crudo, condensado y gases licuados, y el resto, 427 Mbep (42%), a gas natural.
Repsol entró en YPF en enero de 1999 cuando compró al Estado argentino el 14,9% de la petrolera por US$ 2.000 millones.
En abril de ese mismo año, la petrolera española lanzó una oferta pública de adquisición (OPA) por el resto del capital de YPF, que culminó el 23 de junio tras la compra del 83,24% y su toma de control.
La OPA supuso valorar la compañía en unos US$ 13.438 millones.
En 2006, Repsol anunció su intención de ofertar entre un 20% y un 25% de YPF en el mercado bursátil pero en mayo de 2007 el grupo reveló que procuraba "la entrada de un accionista local".
Un año después, la empresa firmó un acuerdo con el argentino grupo Petersen, perteneciente a la familia Eskenazi, para venderle hasta un 25 % de YPF, porcentaje que actualmente controlan.
Posteriormente, Repsol ha ido reduciendo su participación en la filial argentina con diferentes operaciones hasta quedarse actualmente con el 57,43% de las acciones.