HELSINKI.- La agencia de calificación de riesgos Fitch rebajó hoy un escalón la nota del fabricante finlandés de teléfonos móviles Nokia hasta el nivel BB+, equivalente al bono basura, por la fuerte caída de las ventas y el beneficio de la compañía tecnológica en el primer trimestre.
Fitch informó hoy en un comunicado de que Nokia sufre una "falta general de visibilidad", por lo que mantiene la perspectiva negativa y deja abierta la posibilidad de nuevas rebajas si la multinacional finlandesa no estabiliza su facturación y vuelve a registrar beneficios.
"A fin de evitar una nueva rebaja en su calificación, Nokia debe demostrar mejoras sustanciales. Dado que Nokia tiene el viento en contra, Fitch actualmente no está convencida de que la compañía pueda lograr esto en los próximos 18 meses", señaló la agencia en un comunicado.
En el primer trimestre del año, Nokia perdió 1.572 millones de euros netos, frente a los 231 millones de beneficio que obtuvo en el mismo periodo de 2011.
Su facturación disminuyó un 29% respecto al primer trimestre del año pasado, hasta los 7.354 millones de euros, debido a la creciente competencia en el mercado de la telefonía móvil, que obligó a la compañía a rebajar sus márgenes de ganancias.
Además de perder el liderazgo mundial en el lucrativo segmento de los "smartphones" (teléfonos inteligentes) en 2011, actualmente en manos de Samsung, Nokia está sufriendo la fuerte competencia de los fabricantes asiáticos en el sector de los dispositivos de gama baja.
En respuesta a la rebaja de Fitch, Nokia aseguró en un comunicado que su situación financiera sigue siendo sólida y recordó que su nivel de liquidez asciende a 4.900 millones de euros netos.
"Estamos tomando medidas con rapidez para colocar a Nokia en la senda del crecimiento y del éxito. Seguiremos concentrándonos en reducir la estructura de costos de la compañía, mejorar el flujo de caja y mantener una sólida posición financiera", aseguró en el comunicado el director financiero de Nokia, Timo Ihamuotila.
Las palabras de Ihamuotila son prácticamente calcadas de las que publicó la compañía hace una semana, cuando la agencia de calificación Moody’s rebajó su nota un escalón y la situó al borde del bono basura, con perspectiva negativa.