Una vista de la planta de gas natural en la Isla Melkoya, vista desde la caleta de pescadores de Hammerfest, en Noruega.
NYTNoruega propuso casi duplicar su impuesto a las emisiones de dióxido de carbono (CO2) sobre el vasto sector de petróleo y gas del país, lo que podría sumar varios centenares de millones de dólares al gasto de las compañías.
El impuesto, que habría generado alrededor de US$ 400 millones en ingresos en 2011, busca instar a firmas de exploración mar adentro a que operen más en tierra, principalmente en energía ecológica, dijo el Gobierno en un proyecto.
"Tenemos una de las más ambiciosas metas de políticas ambientales del mundo y ahora intensificaremos los esfuerzos", dijo el miércoles el primer ministro noruego, Jens Stoltenberg.
El Gobierno no propuso una fecha de inicio para el alza impositiva y los proyectos suelen tratarse por varios años hasta que se forma una legislación específica. "Esto proporcionará a las compañías más incentivos para que usen energía de tierra firme", dijo el Gobierno.
El impuesto al CO2, introducido inicialmente en 1991, se incrementará en 200 coronas por tonelada. Para el gas natural, la tarifa actual es de 205 coronas por tonelada.
Aunque Noruega es el segundo mayor exportador mundial de gas natural, el país consume muy poco de su producción de gas y depende de la energía hidroeléctrica para satisfacer el 99% de sus necesidades de electricidad. Sin embargo, las compañías de energía que operan mar afuera suelen usar gas natural o petróleo para generar energía en vez de construir infraestructuras de transmisión desde tierra firme.