BRUSELAS.- La Comisión Europea (CE) rehusó hoy comentar la rebaja de la nota de la deuda soberana española en dos escalones por parte de Standard & Poor’s (S&P), pero reiteró su confianza en el compromiso que ha demostrado el Gobierno de Mariano Rajoy.
"Seguimos confiando en el compromiso y la determinación mostrada por el Gobierno español para cumplir con sus obligaciones y cumplir con los objetivos para 2012 y 2013", que incluyen rebajar el déficit hasta el 5,3% y el 3%, respectivamente, señaló en rueda de prensa la portavoz comunitaria, Pia Ahrenkilde.
Según Ahrenkilde, las reformas que lleva a cabo España son importantes para generar crecimiento sostenible y empleo y constituyen "la mejor manera para que los ciudadanos recuperen su trabajo, sobre todo los jóvenes".
"España está emprendiendo reformas económicas importantes para poder generar un crecimiento sostenible y el empleo", aseguró la portavoz.
"Continuamos apoyando estos compromisos e instamos a su puesta en marcha", añadió y aseguró que Bruselas está convencida de que "esto reforzará la confianza de los mercados en la economía española y contribuirá a mejorar las perspectivas para el pueblo español".
La CE se pronunció en estos términos después de que hoy se conociera que el número de parados en España alcanza ya los 5,6 millones, según la EPA del primer trimestre.
El Ejecutivo comunitario espera conocer el presupuesto español de 2012 y a que Madrid concrete los detalles regionales del mismo, así como de la notificación de su plan de reformas nacionales y de estabilidad.
La prima de riesgo de España, que mide el diferencial entre el bono español a diez años y el alemán del mismo plazo, alcanzaba 432 puntos básicos en la apertura, diecisiete más que la víspera, tras la rebaja aplicada por S&P.
S&P argumentó anoche que la rebaja de la calificación española se debe al deterioro de la trayectoria del déficit presupuestario del país y al aumento de las probabilidades de que el Gobierno necesite proveer de ayudas fiscales al sector bancario.
La decisión de S&P de situar la deuda soberana española a tres escalones del bono basura afectaba también al sobrecosto que los inversores exigen por la compra de deuda soberana de los países.