SANTIAGO.- Representantes del Gobierno, encabezados por el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, se reunieron con los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado, y con los presidentes de las comisiones de Hacienda de ambas ramas legislativas, con el fin de abordar la manera en que se va a debatir el proyecto de reforma tributaria.
Tras el encuentro, acordaron que, en mayo, el proyecto sea debatido y enviado a la Cámara de Diputados, para que en junio lo vea el Senado y pueda ser despachado a ley durante julio.
"Vamos a hacer el mejor esfuerzo para poder tramitar el proyecto en la Cámara durante mayo, y luego pasar al Senado durante junio, para poder despachar el proyecto en el mes de julio", dijo Larraín.
Apuntó que "es inconveniente que se dilate la tramitación de este proyecto. Luego vamos a entrar, en septiembre, con el proyecto de Presupuestos, y esto tiene que estar despachado antes de que eso ocurra".
Por eso, manifestó la "disposición de ir a sesiones especiales los lunes y los viernes, cuando corresponda, y cuando seamos invitados", añadiendo que se ingresó el proyecto con urgencia simple "porque entendemos que este proyecto requiere discusión", pero recalcando que "tenemos la posibilidad de cambiar las urgencias si vemos que el proyecto se dilata".
Subrayó que "estamos en el mejor espíritu de poder conversar y acoger opiniones, inquietudes, ideas, pero no de dilatar innecesariamente un proyecto tan importante para el país por las repercusiones en materia educacional, pero también por el tema tributario. No es conveniente mantener incertidumbre respecto del esquema tributario por períodos prolongados".
El presidente del Senado, Camilo Escalona (PS), sostuvo que si bien "una discusión sobre temas tributarios no puede ser indefinida", también es cierto que "todos los parlamentarios aspiran a tener el tiempo suficiente para opinar y aportar", recalcando que "los plazos no tratan de forzar a ningún parlamentario a que tenga que opinar contra lo que su conciencia le diga, o sobre la base de no alcanzar a examinar con profundidad el proyecto. Son propósitos que quedan sujetos a una buena discusión".
A su juicio, "hemos solicitado una reforma tributaria durante 2 años y no podemos rechazar lo que nosotros mismos hemos pedido. Hay puntos en que tenemos criterios distintos, y si subsisten esas diferencias no podemos votar a favor esos artículos, pero el trámite de una reforma tributaria es el resultado también de lo que nosotros mismos hemos solicitado y no nos podemos poner en el absurdo de rechazarlo".
El líder de la Cámara Baja, Nicolás Monckeberg (RN), dijo que "vamos a priorizar un debate profundo y responsable. Si nos hemos propuesto como meta despachar en mayo, sabemos que vamos a tener que hacer varias sesiones especiales. Sabemos que va a haber que trabajar duro para despachar en mayo, pero es importante cumplir esa meta sin sacrificar la profundidad del debate"