SANTIAGO.- Activistas de Greenpeace Chile desplegaron un lienzo gigante en la fachada de la trasnacional brasileña CGX en Santiago para denunciar la "ilegalidad" del proyecto de generación térmica a carbón Central Castilla, que la firma pretende instalar en la Región de Atacama.
Con esta acción, la organización ecologista exigió el término del proyecto de propiedad del magnate brasileño Eike Batista, en un área costera donde habitan colonias de tortugas, lobos marinos y pingüinos.
Los activistas colgaron una pancarta gigante con el mensaje "Castilla es ilegal" en la sede corporativa de CGX, situada en Las Condes.
Los ambientalistas se infiltraron en el edificio, de 20 pisos, y se descolgaron desde la azotea para instalar la pancarta.
"Este proyecto sólo existe para concretar un negocio multimillonario y para entregar energía barata a las compañías mineras, sin asumir los costos ambientales y sociales", aseveró en un comunicado el director ejecutivo de Greenpeace en Chile, Matías Asún.
Con una inversión de más de US$ 5 mil millones, "Central Castilla" prevé construirse en el sector costero de Punta Cachos, en la Región de Atacama,y constará de seis unidades generadoras a carbón, de 350 MW cada una, además de una unidad de respaldo, a diésel de 127 MW.
En el sector habitan nutridas colonias de pingüinos y lobos marinos y hacia el desértico interior se produce, esporádicamente, el fenómeno llamado "desierto florido".
Estas condiciones y el uso del carbón como combustible de la central originaron una oposición por parte de grupos ecologistas y vecinos de la región que presentaron dos recursos de protección durante 2011 a la Corte de Apelaciones de la ciudad de Antofagasta, que el pasado 7 de marzo falló a favor de los denunciantes.
Así el tribunal de alzada consideró incorrecta la resolución del ex seremi de Salud de la Región de Atacama, Raúl Martínez, que hace un año cambió de "contaminante" a "molesta" la calificación de la central, cuya construcción, fue luego aprobada por el Consejo de Evaluación Ambiental de la zona.
El proyecto Castilla apunta a cubrir entre el 10% y el 15% de los nuevos requerimientos de generación del principal sistema eléctrico de Chile.