BRUSELAS.- Los países de la Unión Europea (UE) discuten la posibilidad de usar el fondo comunitario de rescate para recapitalizar directamente la banca, un asunto que podría ser tratado mañana en la cumbre de líderes de los veintisiete Estados miembros, según avanzaron hoy fuentes diplomáticas.
Hoy por hoy, las reglas del fondo permanente de rescate (ESM) -aún en fase de ratificación- sólo permiten prestar dinero a los Estados miembros, que son los que luego pueden inyectar capital a los bancos.
Para ello, tal y como recordó ayer la Comisión Europea, el país en cuestión debe acordar con sus socios un programa de ajuste, en la línea de lo que hicieron Grecia, Irlanda y Portugal.
Sin embargo, las fuentes aseguraron que existe una "discusión" en el seno de la Unión sobre la posibilidad de usar los 500.000 millones de euros del ESM para apoyar directamente al sector bancario.
"Hay una gran variedad de opiniones sobre el asunto", señalaron las fuentes, que consideraron que sería "interesante" saber más de las distintas posturas de los gobiernos en la cumbre de mañana para "ver cómo podemos avanzar de aquí a finales de junio", cuando se celebrará la próxima reunión formal de jefes de Estado y de Gobierno.
El debate llega en respuesta, principalmente, a la situación de la banca española, que, según un estudio publicado ayer por el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), necesitaría una inyección de capital extra de entre 50.000 y 60.000 millones de euros.
La pasada semana, el presidente francés, François Hollande, ya se mostró a favor de recapitalizar los bancos españoles con fondos europeos, después de reunirse en Washington con su homólogo estadounidense, Barack Obama.
Mientras tanto, la postura oficial de España y de las instituciones europeas es que el país podrá resolver por sí solo las dificultades y no recurrirá a sus socios comunitarios.
El jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, y Hollande tienen previsto entrevistarse mañana en París, antes de viajar a Bruselas para participar en el Consejo Europeo.
La cumbre de Bruselas tiene como objetivo principal explorar vías para relanzar el crecimiento, pero reservará también un espacio al debate sobre la situación general de la eurozona, en el que deben tener cabida tanto la situación de la banca como la de Grecia.