Confianza empresarial en Italia alcanza su menor nivel desde agosto 2009

ROMA.- La confianza empresarial en Italia cayó en mayo a su menor nivel en casi tres años, ya que los pedidos y las perspectivas de producción bajaron con fuerza, sugiriendo que la recesión del país, que lleva un año, se está profundizando, según datos divulgados el lunes.

El sondeo debiera ser recibido con preocupación por el primer ministro Mario Monti, cuya popularidad se ha hundido desde que fue recibido como héroe cuando reemplazó al desacreditado Silvio Berlusconi en noviembre, para frenar la crisis de deuda del país.
 
Los costos de endeudamiento de Italia, que cayeron persistentemente a comienzos de año, han vuelto a niveles preocupantes en las últimas semanas ante una posible salida de Grecia del euro y una escalada de la crisis bancaria en España, que han elevado los temores de los inversionistas por el futuro de la zona euro.

Los rendimientos de la deuda a dos años de Italia treparon a su nivel más alto desde diciembre en una subasta el lunes.

Junto a un débil conjunto de datos económicos a nivel local, las crecientes tensiones sociales apuntan a incrementar el resentimiento de parte de los ciudadanos y la comunidad de negocios italiana dadas las medidas de austeridad basadas fuertemente en alzas de impuestos.

El lunes, la agencia nacional de estadísticas ISTAT dijo que su índice de confianza empresarial ajustado por estacionalidad cayó a 86,2 desde 89,1 en abril y el más bajo desde agosto del 2009. La lectura del mes pasado fue recortado desde una cifra original de 89,5.

"Creo que la confianza empresarial y del consumidor seguirá cayendo, porque la gente ha estado hablando sobre austeridad fiscal desde que llegó Monti, pero el principal impacto se va a sentir de ahora en adelante", dijo Fabio Fois de Barclays Capital.

Fois explicó que las alzas en los impuestos a las propiedades solo tendrán efecto en junio, mientras que un incremento en el impuesto al valor agregado (IVA) ha sido apuntado para octubre, cuando reducirá en parte el ya complicado poder adquisitivo de los italianos.

La confianza del consumidor reportada por ISTAT la semana pasada cayó a su menor nivel desde que la serie comenzó a registrarse en enero de 1996.