SANTIAGO.- Los senadores Carlos Cantero (Ind.) y Guido Girardi (PPD), expusieron ante la polémica suscitada por las palabras de la empresa Colbún, respecto de la carencia en Chile de una política energética, que ello es fiel reflejo de lo que sucede en el país, a raíz de las poca importancia y visión que ha existido por años de los distintos gobiernos respecto del tema.
Cantero dijo al respecto que "si alguien cree que porque un subsecretario o un ministro tiene una idea, o incluso si el propio Presidente tiene claridad respecto de esto, y alguien pretende que porque las tiene es una política de Estado, quiero decir que eso es un soberano disparate. Las políticas de Estado son compartidas, tienen respaldo transversal, surgen del análisis, del debate, del diálogo colectivo y se deben materializar".
"Nuestro país carece de una política clara, altamente participativa, que cautele el bien común, donde esté en equilibrio el bien privado con el bien público. Tenemos una institucionalidad medioambiental que es un remedo. Es casi corrupción ideológica seguir sosteniendo que hay una institucionalidad mientras tenemos zonas que están altamente contaminadas, zonas donde la incidencia de cáncer llega al doble, como es el caso de Tocopilla", añadió el legislador.
A ello el congresista agregó que hay un claro accionar en estos tópicos, los cuales se direccionan en un solo ámbito.
"El país está cautivo de intereses que no se dan por casualidad. Aquí hay situaciones que son necesarias de despejar, como por ejemplo, entender una institucionalidad permisiva que mira hacia el techo, que se preocupa de cautelar el bien privado. Se le entrega toda la iniciativa al Mercado, el cual solo cautela la rentabilidad de corto plazo y no el bien público, el bien general, el bien común. En esa tarea el Estado tiene un rol insustituible, pero parece que hace varios años o décadas el Estado chileno ha renunciado a ello", aclaró Cantero.
Por su parte el senador Guido Girardi dijo que "lo que ha planteado la estructura directiva de Colbún es totalmente cierto, es decir, Chile no tiene una política energética y es fundamental que la tengamos… por qué, porque las empresas tienen intereses de corto plazo que definen ellas en base a su rentabilidad. Somos rehenes como sociedad de la lógica de las empresas, porque cuando hay una política nacional con instrumentos claros, permite generar incentivos para alinear los intereses del país con los de las empresas, pero como en la realidad las empresas tienen su propio mapa de ruta".
Finalizó con que "no hay una política energética y no es cierto lo que dice el subsecretario Del Campo de que sí existe, pues lo que hay es una política de las empresas. En Chile las políticas energéticas se resuelven en las oficinas de las empresas, no la define el país, ni tampoco el Congreso".