PARÍS.- Didider Migaud, presidente del Tribunal de Cuentas francés, que hoy publicó un informe sobre la economía gala que invita al Gobierno a ahorrar hasta 10.000 millones de euros este año y otros 33.000 millones en 2013, aseguró que las finanzas francesas están en "zona peligrosa".
En una entrevista publicada en el vespertino "Le Monde", Migaud señaló que "la situación sigue siendo claramente preocupante" porque "Francia no ha salido de la zona de peligro en la que entró hace varios años. Hay un compromiso con el enderezamiento, pero lo esencial del camino aún está delante de nosotros. Todo eso, en una zona del euro debilitada por la crisis de deuda soberana".
"Para 2012, los riesgos que amenazan a los gastos son limitados y se pueden controlar. La situación, sin embargo, es otra para los ingresos públicos. Pueden faltar entre 6.000 y 10.000 millones de euros, de los que entre 4.000 y 8.000 millones corresponden solo al Presupuesto del Estado. Es indispensable aplicar medidas correctoras para respetar el objetivo de déficit público del 4,4 % del PIB", añadió.
Esa diferencia entre lo presupuestado y lo necesario se explica porque "las previsiones eran demasiado optimistas". Además, "el crecimiento se ha revisado recientemente a la baja", agregó el presidente del Tribunal de Cuentas, organismo independiente que ha elaborado un informe sobre las finanzas públicas francesas que el Gobierno utilizará como hoja de ruta en materia económica.
"Todo nuevo gasto debe financiarse con un nuevo ahorro", prosiguió Migaud, quien señaló que el deterioro de las cuentas públicas no es solo responsabilidad del anterior Ejecutivo.
"Los déficit son antiguos. Conciernen tanto a gobiernos de derechas como de izquierdas", indicó.
A pesar del desafío que supone enderezar las cuentas públicas, "el esfuerzo se puede lograr sin comprometer la acción política", añadió Migaud, que no soslayó que "la carrera será dura".
"Hay que pasar del 4,4 % (de déficit en 2012) al 3 % (en 2013) y el esfuerzo a realizar es todavía más importante porque el crecimiento se anuncia muy incierto y porque Francia debe responder a dos contenciosos internacionales fiscales importantes no integrados en el programa de estabilidad.
El Tribunal de Cuentas ha mostrado en el informe que entregó hoy al primer ministro, Jean-Marc Ayrault, su preocupación por los citados contenciosos, que examina el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE) y que podrían costarle a Francia hasta 5.000 millones de euros en 2013 y otros 1.750 millones en 2014.