TOKIO.- El fabricante de electrónica Sharp perdió entre abril y junio 138.400 millones de yenes (1.439 millones de euros), casi el triple que en el mismo periodo de 2011, a causa de la caída de la demanda de pantallas LCD y a los ajustes en su producción.
Ante estos resultados, la empresa confirmó que recortará mediante jubilaciones anticipadas -algo que no aplicaba desde 1950- y otras medidas cerca de 5.000 empleos en todo el mundo de aquí a marzo de 2013 como parte de su plan de reestructuración.
Los datos del trimestre abril-junio son aún peores de lo previsto por la compañía, que esperaba una pérdida de 100.000 millones de yenes (1.041 millones de euros), y casi triplica los números rojos del mismo periodo del año anterior, cuando perdió 49.279 millones de yenes (513 millones de euros).
Ante estos resultados, y aunque seguirá adelante con su plan de reforma, Sharp revisó al alza la pérdida neta que espera para este año fiscal.
La empresa indicó que prevé perder 250.000 millones de yenes (2.602 millones de euros) en 2012, muy por encima de los 30.000 millones de yenes (312 millones de euros) pronosticados en abril, por "un entorno económico peor de lo esperado, la ralentización de la demanda en Japón" y los costes de reestructuración.
Además, espera unos 100.000 millones de yenes (1.041 millones de euros) de pérdida operativa pese a unas ventas por valor de 2,5 billones de yenes (26.024 millones de euros), un 8 por ciento más que en 2011.
También al deterioro de los mercados de LCD, especialmente del chino y el nipón, Sharp atribuyó también sus malos resultados trimestrales a la caída de precios de muchos dispositivos, así como a problemas de suministro eléctrico en Kansai (centro), donde opera principalmente, por la paralización de las centrales nucleares.
A la importante reducción de sus ingresos por ventas, que se vieron recortados entre abril y junio un 28,4 por ciento interanual, hasta 458.604 millones de yenes (4.773 millones de euros), también han contribuido, indica Sharp en un comunicado, la crisis financiera en Europa y la ralentización en China y las economías emergentes.
El fabricante de Osaka registró además una pérdida operativa de 94.133 millones de yenes (979 millones de euros), cifra que contrasta con los 3.525 millones de yenes (36 millones de euros) de beneficio que cosechó en este apartado entre abril y junio de 2011.