Lo malo de esta herramienta es que podría no reflejar las compras de quienes pasan menos tiempo online: los ancianos y las personas en situación menos acomodada.
BloombergSAN FRANCISCO.- El año pasado, Margo Sugarman pasó meses buscando en Google aparatos electrodomésticos para terminar de armar la cocina de sus sueños, rastreando información en Internet sobre lo último en hornos dobles y procesadoras más silenciosas.
Estas búsquedas no sólo guiaron a esta habitante de Ted Mond, Israel, a las mejores ofertas para su renovación por un costo de 70.000 shekel (US$ 17.680), sino que también ayudaron a Banco de Israel, que analiza búsquedas como las de Sugarman, a evaluar el estado de la economía nacional de US$ 243.000 millones.
El banco central va al frente en la cacería mundial de nuevos indicadores económicos, analizando recuentos de palabras clave para todo, desde clases de gimnasia aeróbica hasta refrigeradores –reportadas por Google casi tan pronto como tienen lugar las consultas- con el fin de evaluar la demanda de los consumidores antes de que se publiquen estadísticas oficiales.
La Reserva Federal y los bancos centrales de Inglaterra, Italia, España y Chile han proseguido con sus propios estudios para ver si los volúmenes de búsqueda rastrean las tendencias en las economías que supervisan. Lo que está en juego es la capacidad de los guardianes de desplegar respuestas más ágiles en sus políticas.
Una mayor previsión podría incidir entre una desaceleración y una recesión, una recuperación y un auge generador de inflación, según Erik Brynjolfsson, miembro del Consejo Académico Asesor del Banco de la Reserva Federal de Boston.
"Cuando los banqueros centrales analizaban datos tradicionales, miraban esencialmente por el espejo retrovisor", dijo Brynjolfsson, profesor del Massachusetts Institute of Technology de Cambridge. Tres de los estudios de bancos centrales mencionaron el estudio de diciembre de 2009 del que fue co-autor sobre predicción de las ventas de casas en los Estados Unidos utilizando volúmenes de búsqueda.
Mejores pronósticos
"Si la Fed hubiera tenido acceso a esa información, habría podido hacer mejores pronósticos respecto de lo que estaba pasando en el mercado inmobiliario y sabido más rápido la magnitud del problema" durante la recesión de 2007-2009, dijo.
Todo comenzó como una corazonada en Mountain View, California. Cuando se aprestaba a desarrollar un nuevo sitio en Internet que reportaba con qué frecuencia los usuarios buscaban ciertas palabras clave, Hal Varian, el economista principal de Google Inc., dijo que se preguntó si estos datos podían presagiar lo que informes económicos tradicionales mostrarían luego. Entonces se puso a hacer cálculos. "El gran momento fue 'ajá, esto funciona'", dijo Varian en una entrevista.
El resultado fue una monografía de 23 páginas que co-escribió en abril de 2009, demostrando que los datos reportados en el servicio de Tendencias de Google mejoraban los pronósticos de las ventas de autos y casas y el gasto minorista en los Estados Unidos.
Indudablemente, la investigación que conecta los pronósticos económicos con los recuentos de búsquedas de Google –que totalizaron 119.000 millones en el mundo en junio, según la firma de investigación de Internet ComScore Inc.- todavía se encuentra en sus primeras etapas. Aún los defensores más entusiastas de la herramienta mencionan motivos de reparo.
Las cifras se remontan sólo hasta 2004, lo cual restringe comparaciones con estadísticas con un historial de registro más prolongado. Y limitando su muestra a usuarios de Internet, los volúmenes de búsqueda podrían no reflejar las compras de quienes pasan menos tiempo online: los ancianos y las personas en situación menos acomodada.