El presidente de Honda Motors Co., Takanobu Ito, luce su camisa sin corbata en los calurosos días, cuando las oficinas de Honda no bajan de los 28°C.
BloombergLos 32° centígrados que hay fuera de la oficina de Honda Motor Co. motivan advertencias del servicio meteorológico nacional. Adentro, en una sala de reuniones de ejecutivos, hay sólo cuatro grados menos, y el presidente, Takanobu Ito, transpira.
"Ya estamos habituados a esta oficina calurosa", dijo Ito señalando su camisa de manga corta mientras un vocero se abanica. "Esperamos que los visitantes entiendan que el calor forma parte de nuestro intento de ahorrar energía".
Los 28° centígrados de la torre de 17 pisos de Honda en Tokio es ahora lo habitual en las oficinas que participan en la campaña "Cool Biz" del gobierno para reducir el uso del aire acondicionado. Las oficinas de ejecutivos como Ito no son la excepción en una práctica que también se ha convertido en una expresión de solidaridad luego del desastre nuclear del año pasado que le cuesta al país casi toda su producción de energía atómica.
Cool Biz y medidas de conservación como la adopción de lámparas de diodos emisores de luz han contribuido a reducir el uso de energía en Japón más de tres veces más rápido que en el promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). En los seis años que han pasado desde el inicio de la campaña, el uso de energía ha declinado 9,4% en Japón, en comparación con una reducción promedio de 2,5% de los países de la OCDE, según cálculos de Bloomerg sobre la base de datos del Análisis Estadístico de la Energía Mundial de BP.
Las medidas de ahorro de energía que se tomaron inmediatamente después del desastre nuclear que siguió al terremoto del año pasado, tales como la menor utilización de ascensores y la también menor iluminación de las estaciones de trenes, lo que contribuyó de forma adicional a la declinación del consumo en 2011.
Un verano más cálido
En Eaccess Ltd., una empresa proveedora de comunicaciones inalámbricas que tiene sede en Tokio y es en parte propiedad de una filial de Goldman Sachs Group Inc., este verano la sala ejecutiva es aun más calurosa que el anterior, dijo el presidente, Sachio Semmoto.
"Nuestro departamento de procuraduría se ha visto inundado de pedidos de ventiladores de mesa", dijo Semmoto, que ahora corre más durante las mañanas para no sentir tanto calor en su oficina. En la sede de Tokio de Japan Airlines Co., el presidente, Yoshiharu Ueki, comparte una oficina abierta con otros nueve ejecutivos donde el termostato está fijo en 28°.
Ueki dijo que no le molesta el calor, a pesar de lo cual lleva siempre un pañuelo con el que secarse la frente.
Ministro en penumbras
El ministro de Hacienda, Jun Azumi, también trabaja en un edificio que se mantiene a 28° en el distrito de oficinas del gobierno en Tokio. El ministerio ha instalado luces que bajan de forma automática para ahorrar energía, lo que hace más difícil ver acercarse al ministro, que lleva camisa de manga corta y no usa corbata.
Uno de los pares de Azumi, el secretario del Tesoro estadounidense Tim Geithner, probablemente insistiría en un atuendo formal, dijo Yasushi Hamao, un profesor de economía y finanzas de la Facultad Marshall de Administración de la Universidad del Sur de California.
"No me imagino a Geithner sin corbata", dijo Hamao. Agregó que una campaña similar tendría escasos resultados en los Estados Unidos, donde los ejecutivos no querrían trabajar en una oficina con una temperatura de 28 grados. "Dirían que eso disminuye la productividad".