SANTIAGO.- La Cámara de Comercio de Santiago (CCS) llamó a los parlamentarios a replantear la idea de imponer el 17 de septiembre como feriado irrenunciable para trabajadores del comercio, ya que eso perjudicaría los ingresos de quienes laboran en el sector y no se ajusta a la realidad de Chile.
A juicio de la institución, quienes propician la medida pensando en beneficiar a esos trabajadores, "no están reparando que muchos de ellos se verán perjudicados al impedirles percibir la parte variable de sus remuneraciones (comisiones y bonos), ya que de prosperar esta moción parlamentaria, los dependientes del comercio tendrán tres días menos de ventas, o sea, más del 10% de carencias en materia de comisiones”.
"Esta circunstancia vendría a perjudicar los ingresos de esos trabajadores en un mes que –de por sí- no es bueno para las ventas, como es septiembre", manifestó el gremio.
Según explicó la CCS, en el año 2010 se concedieron libres para los dependientes del comercio los días 19 y 20 de septiembre y se justificó la medida señalando que sería por esa sola vez "ya que se trataba de una conmemoración única como era el Bicentenario de la independencia nacional y como el argumento hizo cierto sentido, fue finalmente aceptado. Pero el año pasado y en éste, se pretende repetir la misma práctica, so pretexto de que en el año 2010 ya se concedieron festivos adicionales al día 18 para los trabajadores del comercio".
Acotó que lo que se invocó como una excepción única en el 2010, "ha pasado a convertirse en un precedente habilitante en los años sucesivos”, manifestó el secretario General de la CCS, Cristián García-Huidobro.
El gremio, considera que la medida también perjudica a los consumidores "ya que impide el funcionamiento normal de lugares que son especialmente atractivos para el público y las familias, como son los centros comerciales o malls", indicó.
Para la CCS estas concesiones revelan una percepción "de que el país es más rico de lo que realmente es y que podemos darnos lujos que son propios de economías sólidamente desarrolladas".
"Esta visión es peligrosa porque puede afectar seriamente la competitividad de la economía chilena y distanciar la meta de alcanzar el desarrollo en esta década", concluyó García-Huidobro.