ESTOCOLMO.- Los países del G-20 deben acordar acciones coordinadas para aliviar los temores por los precios de los alimentos, debido a que ellos cuentan con la mayor parte de los cultivos sobre los que hay preocupación, dijo el lunes la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
El director general de la agencia de las Naciones Unidas, Jose Graziano Da Silva, dijo que no podría calificar el actual avance de los precios de los alimentos como una crisis, pero podría alcanzar ese nivel si las cosechas en el hemisferio sur fueran decepcionantes.
"Necesitamos acciones coordinadas y creemos que el G-20 es lo suficientemente responsable para esta acción", dijo da Silva a periodistas.
El funcionario dijo que la coordinación debería contemplar que los países no prohíban unilateralmente la exportación de granos y debe alentar la sustitución de los alimentos, por ejemplo, el consumo de frijol en América Latina y de yuca en África.
Da Silva resaltó que entre un 85 y un 95% de los cultivos que han sido afectados por un alza en los precios, como el trigo y el maíz, eran producidos por los países del G-20.
Resaltó que incluso si los precios del trigo subieran un 10 a 20% no debería significar que el valor del pan crezca en la misma proporción.
Miembros de los países del G-20 abordarán el incremento de los precios de los alimentos y cómo combatir su volatilidad esta semana, pero tomarían alguna decisión sólo después de conocer un reporte sobre el suministro de granos, que se difundirá a mediados de septiembre.
Da Silva resaltó que los actuales precios de los alimentos no era tan serios como en el 2007-2008, cuando se produjeron violentas protestas en países como Egipto, Camerún y Haití.
"No hay crisis", dijo a Reuters. "Este tipo de compras por pánico es lo que necesitamos evitar por el momento", agregó.
El tercer incremento de precios en cuatro años se produce después de una aguda sequía en Estados Unidos y pobre cosechas en Rusia y el Mar Negro.